“El clima está pesado. Hoy sí hace mucho calor, no como otra veces que hasta la niebla cubre la pista de aterrizaje”, dijo uno de los pasajeros del avión en el que llegamos a Tepic. Un señor de expresión profunda y gafas anchas. Él se adelantó mientras el Tercer Festival de Letrasen Tepic aguardaba al resto de los que descendimos.
Primeros pasos y visitas en escuelas
Una vez que salimos del aeropuerto nos dirigimos con los escritores al recorrido por varias escuelas públicas. Tanto primarias como secundarias. Xavier Velasco fue el primero en presentarse. El ganador del Premio Alfaguara de Novela 2003 fue recibido con ovaciones y por un público de jóvenes.
Después de una protocolaria bienvenida que consistió en un repaso de la semblanza del escritor, canciones interpretadas por los estudiantes y las palabras de la directora, Velasco dio lectura a un fragmento de La edad de la punzada.
En otra escuela, Silvia Molina platicaba con los pequeños de una primaria que, al final de la presentación, corrieron a que la escritora firmara sus libros, de igual manera que sucedió con Bef y El instante Amarillo. José Adiak, Juan Villoro y Julián Herbert intervinieron de la misma forma en otras de las sedes que recibieron tanto a autores como a prensa del Festival.
Entre los niños hubo quienes volvieron de inmediato a los salones y quienes se abalanzaron en espera de un autógrafo. Tal vez, para muchos de ellos, sean las primeras letras a las que se acercan. Tal vez no, aunque es cierto que esto puede marcar el comienzo de una vida llena de lecturas.
Gala en el Festival de Letras en Tepic
El calor aumentó conforme avanzaba el día. Al menos cuatro ventiladores fueron instalados en la carpa del foro en el que las mesas del Festival se realizan. Comienzan a presentarse, además de los escritores ya mencionados, Adolfo Castañón, Jorge Souza, Hernán Bravo Varela, Mariana H., Laura García y Haidu Kowski.
Al dar las siete, y con una plaza que en ningún momento se queda vacía, la ceremonia de Inauguración empieza. Seguida de una “Gala de Lectura” en la que los escritores leen en voz alta algunos fragmentos de sus textos.
Laura García modera la mesa y va cediendo la palabra a los participantes. Castañón recita de manera pausada mientras Bef, a su lado, atiende los trazos que dibuja en su libreta que lo ha acompañados los últimos meses. Haidu Kowski, cuando oye su nombre, se levanta y pide disculpas: leer sentado lo pone mal, justifica.
Villoro y Hernán Bravo Varela siguen su ejemplo y leen de pie. Silvia Molina permanece en su lugar al igual que el resto, hasta que Laura, sonriente en todo momento, da por finalizada la mesa; el público se levanta y aplaude, se sube al escenario, la gente platica con los escritores y capturan el momento con fotografías. El primer día del Festival augura un evento lleno de experiencias inmemoriales, de aquellas que te marcan de muchas formas y para siempre, sólo como los libros pueden hacerlo.