Creación sónica: entrevista con Lee Ranaldo
La música contemporánea y los movimientos artísticos como Fluxus, el dadaísmo, los happenings o la Generación Beat fueron antenas sensibles que percibieron su realidad.
El año de la escena emergente fue 1978, porque muchos artistas retomaron los movimientos vanguardistas. Talking Heads convertía un poema de Hugo Ball en un pasaje sonoro, y Cabaret Voltaire tomaba el nombre directamente del dadaísmo. Las técnicas del collage y del cut-up se aplicaron a la música y al movimiento artístico No Wave en Nueva York, que sirvió de influencia para la formación de Sonic Youth en 1981, una banda caracterizada por las disonancias en todas sus formas. Sonic Youth es la agrupación más influyente de la corriente musical alternativa. La experiencia formativa de los miembros del grupo conllevaba una confrontación con lo que percibían como una energía creadora que destruye el rock convencional.
Lee Ranaldo, guitarrista y miembro fundador de Sonic Youth y Text of Light, crea contrastes entre estas propuestas analíticas y la improvisación, construyendo relaciones directamente dialógicas y abstractas. Ranaldo es además artista visual, escritor y productor. Durante una visita a la Ciudad de México participó en la musicalización del Ciclo Georges Méliès, en los festivales Bestia y Aural, en el que presentó siete cortometrajes restaurados. En una charla con él nos platicó sobre el desarrollo de sus nuevos proyectos y colaboraciones en la música, el cine y la literatura.
El primer acercamiento al Fluxus y la música experimental:
Bueno, el Fluxus y en general la música experimental es algo que descubrí hace muchos años. Empezando con personas como John Cage y después profundizando en ese tipo de música del siglo xx. Sonic Youth hizo una pieza del artista Georges Maciunas en la que martillamos clavos contra las teclas de un piano. También estudié Artes Visuales, y por medio de esto buscaba entender de qué iba el Fluxus, sobre todo me interesaba saber qué hacían como nuevo movimiento, mientras jugaban con la pérdida del arte. Algunas cosas son muy graciosas y divertidas, otras bastante serias o conceptuales.
Composición actual en la música:
Estos días me he dedicado a escribir muchas canciones, así como a tocar música improvisada y cosas abstractas. Estoy centrado en las canciones con letras. La tecnología es una aliada muy útil, pero sigo trabajando con materiales muy básicos.
El collage electroacústico y la experiencia con la tecnología:
Yo trabajo en un modo más directo con guitarras y amplificadores, con guitarras acústicas, y cuando se trata de hacer discos, la tecnología se involucra más. Hago cosas tipo soundtracks, en este punto trabajo muchísimo con la computadora, pero soy un músico poco tecnológico, no tengo mucha experiencia con midis, por ejemplo.
La atmósfera sonora para musicalizar el trabajo cinematográfico de Georges Méliès:
Estudié cine en la universidad y tengo una relación muy profunda con él, conozco muy bien estas películas desde hace tiempo. Hago, además, muchas performances con películas, algunos con mi esposa Leah Singer y otros con mi grupo Text of Light, con los que toco en películas estadounidenses avant-garde, en especial con las de Stan Brakhage.
Ontología del trabajo sonoro improvisado:
Para mí se trata de improvisar con la música, mientras que la película es un elemento que ocurre simultáneamente. Eso, de cierto modo se hacía en los sesenta con bailarines, música y películas, todo al mismo tiempo. En especial con la música abstracta siempre es interesante contar con un elemento visual.
La actualidad tiene medios que condicionan al público y emplean sus recursos para desorientarlo. ¿Cuál es tu postura?
Pienso que ha cambiado la forma en la que el público recibe la música. Hay tanta música ahora y es tan fácil acceder a ella que algunas veces pienso que la hace menos especial. Cuando yo estaba creciendo teníamos un disco a la vez y lo escuchábamos por lo menos de tres a cuatro semanas antes de comprar otro, así tenías tiempo para realmente estudiarlo a profundidad. Ahora hay tanta música que no importa dónde la escuchemos, en nuestros teléfonos, por medio de nuestros audífonos de mierda con pésima calidad de sonido, es algo a lo que estamos acostumbrados, y cada semana hay mil cosas nuevas que escuchar.
El paisaje sonoro de la actualidad:
En lo personal me interesan más los músicos que crean cosas que duran un periodo más largo de tiempo, y puedes seguir su trayectoria por cinco, diez álbumes o veinte años. Y como a todos, a mí también me gusta alguna canción pop que esté de moda, de alguien que a lo mejor nunca volverás a escuchar. Todavía creo que hay toneladas de buena música allá afuera.
¿Qué lees actualmente?
Estoy leyendo diversas cosas; acabo de terminar un libro de un amigo escritor inglés llamado Clinton Heylin, autor de muchos libros sobre Bob Dylan. Él acaba de escribir uno sobre su primer tour electrónico entre los años 1965-1966. El libro se llama Judas!, y complementa el lanzamiento de todos los shows que Dylan hizo en ese tour. También estoy leyendo un libro de un buen amigo, Jonathan Lethem, autor estadounidense que hace unos años escribió Dissident Gardens, acerca de comunistas viviendo en Nueva York durante los años treinta y cuarenta. En mi nuevo álbum, que saldrá el próximo año, él y yo colaboramos en muchas de las letras.
Por @UlyssesAvath