Los años de Ray Bradbury

Los años de Ray Bradbury

Ray Bradbury desde pequeño se forjó como ávido lector; frecuentaba bibliotecas, cines y ferias. Fue en una de éstas donde Bradbury enfrentó una especie de rito iniciático que determinaría su vocación literaria. Comentaba que un mago llamado Mr. Eléctrico, con su espada y al grito de ¡Vive para siempre!, lo nombró caballero, y a partir de ese momento, Ray Bradbury comenzó a escribir. Pasó poco tiempo desde ese llamado para que se impusiera una tarea de teclear alrededor de mil palabras diarias.

Prolífico autor de cientos de historias cortas y cerca de cincuenta libros, así como numerosos poemas, ensayos, óperas, obras de teatro y guiones, Bradbury fue uno de los escritores más famosos de nuestro tiempo. Sus obras innovadoras incluyen Fahrenheit 451Crónicas marcianasEl hombre ilustradoAhora y siempre, y El vino del estío.

En una carrera que abarcó más de setenta años, Bradbury se encargó de inspirar a muchas generaciones de lectores a soñar, pensar y crear.

Hoy celebramos  vida y obra de Ray Bradbury quien nació el 22 de agosto de 1920, en Illinois, Estados Unidos.
Y partió un 05 de junio en el año 2012.

—¿Cuántos son ustedes?

—Miles que van por los caminos, las vías férreas abandonadas, vagabundos por el exterior, bibliotecas por el interior. Al principio no se trató de un plan. Cada hombre tenía un libro que quería recordar, y así lo hizo. Luego, durante un período de unos veinte años, fuimos entrando en contacto, viajando, estableciendo esta organización y forzando un plan. Lo más importante que debíamos meternos en la cabeza es que no somos importantes, que no debemos ser pedantes. No debemos sentirnos superiores a nadie en el mundo. […] Y cuando la guerra haya terminado, algún día, los libros podrán ser escritos de nuevo. La gente será convocada una por una para que recite lo que sabe, y lo imprimiremos hasta que llegue otra Era de Oscuridad, en la que, quizá, debamos repetir toda la operación. Pero esto es lo maravilloso del hombre: nunca se desalienta o disgusta lo suficiente para abandonar algo que debe hacer, porque sabe que es importante y que merece la pena serlo.

Ray Bradbury. Farenheit 451.

(1920 – 2012)