Carta Editorial 86: Rock & Roll

El rock 'n' roll es como un personaje de novela: nadie sabe de dónde vino ni cuándo llegó. Como esos forasteros que un buen día atraviesan la frontera del pueblo, se instalan en cualquier sitio y luego van mostrando los conocimientos que esconden debajo del sombrero, maravillando a los testigos que de pronto los rodean, su aparición cimbró como pocos movimientos sociales y culturales la vida de los jóvenes estadounidenses que después de la Segunda Guerra Mundial no querían seguir bailando al son de las big bands, como sus padres.

Una de las características del rock es que se trata de un no-género porque en realidad es una actitud. “El rock es el fundamento para comprender la historia reciente y los eventos actuales, donde la evolución de los jóvenes como sujetos sociales está unida al deseo de libertad, la intolerancia hacia la autoridad y un renovado interés hacia las culturas populares o esotéricas como “alternativas” al statu quo. El rock es la recuperación de la vida cotidiana vista a través de los ojos de diversas y asombrosas formas de expresión poco comunes”, dice Ernesto Assante en su libro Leyendas del rock.

El debate sobre cuál fue la primera canción rock ‘n’ roll es muy añejo y no ha arrojado resultados convincentes. En el libro What Was the First Rock ‘N’ Roll Record?, de Jim Dawson y Steve Propers, cincuenta canciones compiten por el privilegio, en un periodo que va de 1944 a 1956. “Good Rockin’ Tonight”, de Roy Brown, interpretada por él mismo en 1947 pudiera ser la primera, pero hay quienes afirman que la célebre “Rock Around the Clock”, interpretada por Bill Halley y sus Cometas en 1954 —la canción alcanzó el número uno en las listas de popularidad tanto de Estados Unidos como en Gran Bretaña— catapultó al género hacia la fama convirtiéndose en un “antídoto contra el aburrimiento” como dice Bob Stanley en su libro Yeah! Yeah! Yeah! La historia del pop moderno. Canciones de Fats Domino, Chuck Berry y Little Richard también compiten por llevarse el oro.

El rock se parece mucho a la literatura: hay libros que apenas se leen una vez, se disfrutan toda la vida, como las buenas canciones que pueblan nuestros soundtracks íntimos; hay escritores que como rockstars se escabullen de las muchedumbres que desean acercárseles para una selfie y un autógrafo.

Cada uno de nosotros podría enumerar una lista de diez canciones y diez libros que nos llevaríamos a una isla desierta. Al igual que los libros, el rock es parte de nuestra vida.

Por todo lo anterior Let´s rock y ¡que viva el rocanrol!

MasCultura 01-jul-16