Gandhi, el desobediente
¿Es malo desobedecer? Quizá sea lo que siempre nos dicen nuestros padres, maestros, familiares o amigos, pero depende más de la circunstancia, del contexto, que del acto mismo. Martin Luther King y Gandhi, personajes con estudios universitarios fueron unos de los más importantes desobedientes del siglo XX.
Mahatma Gandhi nació en Porbandar, India Británica, el 2 de octubre de 1869, dentro del seno de una familia acomodada. Estudió derecho en Inglaterra y al concluir sus estudios regresó a su país de origen. Sin embargo, al poco tiempo viajó a Sudáfrica por cuestiones laborales y fue ahí donde vivió las experiencias que los volcarían a su activismo e inclinación política: humillaciones en transporte público y vejaciones por gente racista.
Gandhi es conocido por su táctica no violenta para llevar la democracia a la India, desafiando la tiranía del dominio inglés. Esa fue siempre una de sus características: el desafío inteligente. Una anécdota que se cuenta de él trata sobre su periodo de estudiante que, como tal, no sobresalía demasiado. Un susodicho profesor “Peters” arremetía contra Gandhi. En una ocasión, tras diversos intentos fallidos de humillación, el profesor le puso en su examen “idiota”, por lo que Gandhi se acercó a él diciéndole: “Señor Peters, usted ha firmado la hoja, pero no me puso la nota.”
Puede ser que no haya sido un buen estudiante, pero son innegables los logros que tuvo en la India, comenzando por sus desafíos a la autoridad inglesa con actos de desobediencia civil. Les parecerá increíble, pero una de dichas acciones fue recoger agua salada de la playa y extraer la sal para su consumo, lo cual lo tenían terminantemente prohibido. En 1930, con la Marcha de la Sal “Independencia ya”, dieron un fuerte golpe donde demostraban la determinación por alcanzar su objetivos.
Gandhi predicaba con la no violencia contra un mundo sumergido en la violencia. Por sus desafíos, el 30 de enero de 1948 fue asesinado en Nueva Delhi. Hoy se cumplen 67 años de la partida de este gran luchador social que bautiza este proyecto. Por ello, con enorme gusto, y estas líneas, desde cada estante y cada nota, le rendimos homenaje a este desobediente y activista reivindicador de la paz que tanta falta nos hace ahora.
Mascultura 30.Ene.15