Monsi en la Ciudad de México

Carlos Monsiváis Aceves nació en la ciudad de México el 4 de mayo de 1938. Nativo de la colonia Portales y coleccionista inevitable de libros, dibujos, pinturas y demás antigüedades, el cronista ha sido, probablemente, una de las personas que más ha escrito sobre la ciudad de México.

El gran testimoniador –neologismo que le otorgó José de la Colina– tenía una anécdota para cada colonia, monumento, restaurante, cantina o librería famosa de la capital. Escribía sobre cine y música; política y literatura; arte y cultura urbana. De ahí que su obra literaria se extiende a crónicas, ensayos, fábulas y aforismos, así como también constantes colaboraciones en suplementos culturales y medios periodísticos mexicanos.

Uno de los mayores aspectos característicos de Monsiváis fue su innegable amor por los gatos, ya que desde los 10 años, el periodista encontró en los felinos una compañía de virtudes indiscutibles. Al momento de su muerte había 13 gatos viviendo con él, sin embargo, distintos medios informaron que el escritor llegó a tener más de 20, y que los identificaba todos por sus nombres: Catzinger, Mito Genial, Fray Gatolomé, Monja desmatecada, Copelas o maullas, Miau Tse Tung, Posmoderna, Pío Nonoalco, Nina Ricci, Chocorrol, entre otros.

Fue el 19 de junio de 2010, cuando Monsiváis falleció. A seis años de su última crónica, les compartimos un breve extracto del libro Aproximaciones y reintegros, editado por Trilce, que reúne la crítica literaria de Carlos Monsiváis:

LA CIUDAD VISTA POR LAS GAFAS ALUCINANTES DE CARLOS MONSIVÁIS

"Distrito Federal: una ciudad que, en la mirada burocrática, cada seis años pretende modificar su adjetivo esencial; ciudad sucesivamente cardenista, alemanista, ruizcortinista, lopezmateísta, diazordacista; ciudad definitivamente uruchurtiana, el Distrito Federal es suma y alianza de las ideas míticas: es Comala, habitada por espectros rencorosos y lascivos y gobernada por Pedro Páramo, Porfirio Díaz; es Disneylandia, con sus juegos, sus Aunt Jemima, sus pistas de hielo y su moral en el nuevo edificio del pri: es Tenochtitlan y los sacrificios humanos que toman la forma de reveses de la política; es Amarillo, Texas, con Sanborns y Woolworth y Sears Roebuck y el Hamburguer’s Heaven y la colonia del Valle; es Mixquic, con el culto por los muertos cada 2 de noviembre y las ofrendas florales y los elogios a los cadáveres que fraguan nuestra conciencia nacional; es el recuerdo del enclave feudal de al filo del agua , sofocante, diminuto, entregado a las murmuraciones bajo los visillos. Pequeño pueblo donde culmina la provincia, zona cosmopolita que se siguió de largo, la Gran Aldea, la Región más Transparente, el Lugar Donde Crece la Hierba, la Ciudad de los Palacios, el Peñón de las Ánimas, la Ciudad de México es el sitio ideal para observar nuestras limitaciones y las ganas relativas que tenemos de abandonarlas."

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Mascultura 19-jun-16