Un genio surrealista

Sinónimo de extravagancia y talento, Salvador Dalí nació en Figueras, España el 11 de mayo de 1904. Su padre, el notario Salvador Dalí i Cusí era de carácter estricto y vehemente, mientras que su madre Felipa Domènech i Ferrés era más suave y complaciente. Cuando el pequeño Dalí contaba con cinco años, sus padres lo llevaron de visita al cementerio. Allí conoció a su hermano, tres años mayor que él y vencido por una enfermedad al poco tiempo. Su hermano, que portaba el mismo nombre, Salvador, quedó como una imagen idéntica de sí mismo en la mente del niño, como si él fuera la reencarnación del primogénito.

Dalí se caracterizó por su personalidad impetuosa y extravagante. Algunos de los estudiosos y antiguos colaboradores cercanos del pintor afirman que de él sabemos poco, porque sus declaraciones biográficas y apuntes muchas veces eran exagerados o inventados. Sea como fuere, el artista era conocido por su constante trabajo sobre el personaje más famoso que inventó: él mismo; resultado de las confesiones que hacía ante las entrevistas: irreverentes y a veces egocéntricas. Una vez le preguntaron cuál era la diferencia entre un loco y Dalí, a lo que respondió: Casi ninguna. La única diferencia era que “yo” no estaba loco, pero por lo demás es casi lo mismo. O el comentario donde afirmaron –y él repetía con entusiasmo– que Dalí era el único pintor LSD sin la necesidad de tomar la droga.

Hoy se cumplen 111 años de su nacimiento y nosotros lo recordamos con una de sus frases más memorables: "La inteligencia sin ambición es un pájaro sin alas".

Mascultura 11-may-15