Albert Camus, entre el anarquismo y la censura
¿Qué papel juegan los escritores e intelectuales en la sociedad? ¿Qué peso tienen sus palabras? Pareciera, a veces, que literatura y política caminan separadas. Sin embargo, a la hora de llegar a la frontera donde convergen, las consecuencias para los osados pueden ir desde censuras a la libre expresión, hasta censuras físicas. Camus tuvo el infortunio de encontrarse con una de éstas.
Albert Camus, nacido en Argelia el 7 de noviembre de 1913, recibió el premio Nobel a la edad de 44 años. A diferencia de Sartre, él sí lo aceptó sin mayores problemas, aunque ambos escritores ya habían comenzado un proceso de alejamiento entre sí.
Ciertos comentarios que apelaban a la desaprobación por la recepción del premio cayeron sobre él durante algún tiempo, aunque su reflexión y pensamiento se mantuvieron en constante movimiento, pues, desde joven, sus inclinaciones no dejaron de ser, de alguna forma, suficientemente críticas. Tal posicionamiento lo llevó a ser censurado. Un texto escrito por Camus en 1939 nunca fue publicado. Su escrito, más bien un manifiesto, fue censurado por hablar a favor del periodismo libre en tiempos de guerra.
Se mantuvo cercano del pensamiento y movimiento anarquista; mantuvo presentaciones y publicaciones con respecto al tema, desde 1948, cuando el anarquista Andre Prudhommeaux, lo involucró en el movimiento libertario. Incluso llegó a ser miembro de la Federación Anarquista.
La vida del filósofo francés concluyó en un accidente automovilístico el 4 de enero de 1960. Hoy cumplimos 55 años sin Camus, sin este intelectual que lo traemos de vuelta en cada relectura de sus libros.
Mascultura 04-Ene-15