Un hobbit británico
Unas de las historias fantásticas más conocidas en nuestros días, llevadas a la fama por las épicas adaptaciones cinematográficas, son la trilogía de “El señor de los anillos” y las recientes películas de “El Hobbit”. ¿Quién diría que una historia concebida como infantil se convertiría en uno de los mayores éxitos de literatura fantástica?
J. R. R. Tolkien nació el 3 de enero de 1892 en Bloemfontein, hoy Sudáfrica. Fue gran amigo de C. S. Lewis, creador de “Las crónicas de Narnia” y, aunque no sentían un entusiasmo literario mutuo, no les impidió frecuentarse o formar parte del grupo de escritores Inklings. La publicación de sus obras tuvo también una amplia recepción. Por ello, en 1937, editoriales alemanas pensaron en editarlo. Sin embargo, al contactar a Tolkien le preguntaron si era de ascendencia aria, a lo que respondió: “No puedo por menos que suponer que me pregunta si soy judío. Lamento decirle que no cuento con antepasados entre ese excepcional pueblo.” Esto costó la prohibición de su obra hasta 1945.
Hasta la fecha, la trilogía de “El señor de los anillos” ha alcanzado ventas exorbitantes de más de cien millones de ejemplares en todo el mundo. Sólo la Biblia y los aforismos de Mao Tse-Tung le ganan al coloso de Tolkien. Nada mal para un profesor universitario que pasó más de cuarenta años entre clases y dedicado al estudio de las lenguas.
Tolkien falleció el 2 de septiembre de 1973. Hoy, a 123 años de su nacimiento, lo festejamos como el Hobbit británico –él mismo se asumía uno–, cuyas aventuras aún continúan al lado de un sinfín de creaturas fantásticas. ¡Muchas felicidades!
Con información de: "Vidas secretas de grandes escritores", Océano.
Mascultura 03-Ene-15