Varios países en uno, muchos festivales dentro del mismo festival: 66 festival del film Locarno

Tal y como he hecho los dos últimos años colaborando en este espacio abordo estas líneas con una breve e inevitable reflexión de la realidad social y política de dónde se celebra este evento. Locarno es, además de uno de los festivales de cine más longevos del mundo, un reflejo de lo interesante y complejo que es Suiza como país. Organizado políticamente en cantones, la verdadera división del estado helvético parece residir en las tres culturas que lo conforman y que se definen en los tres idiomas que se hablan por estas tierras: el alemán, el francés y el italiano. Si a quien lee estas líneas le dijera que estoy en el corazón de los Alpes, en la mismísima frontera con Italia, le podría parecer obvio que aquí se hablara en la misma lengua que en Roma y que se comiera de manera muy similar que en Venecia. Sin embargo no es así y, esa extraña manera de ser que implica lo suizo, se traduce también en el día a día del lugar y en la programación de un festival donde uno se tiene que preguntar en que lenguaje estarán habladas las cintas locales.

Por si lo anterior no fuera suficiente, los homenajes del evento preparados para este año son una muestra más de los diferentes intereses del festival. Por un lado está el premio a la carrera que recibió hace unos días el mítico actor británico Christopher Lee que a sus 93 años y más de 270 películas todavía se da el lujo de viajar a un lugar tan alto como Locarno. Por lo visto, ser uno de los Dráculas más importantes de la historia del cine, haber amenazado a James Bond con una pistola de oro, encarnar al brujo más malo de todos en la hasta ahora tetralogía de Peter Jackson basada en la obra de Tolkien, y además lanzar un disco con el metal más pesado, parece dar un pase directo a la inmortalidad.

En el mismo plan de reconocimientos están en la ciudad Victoria Abril y Jaqueline Bisset, divas del cine mundial con carreras distintas pero con un componente que interesó de manera especial a los organizadores: la mayoría de sus filmes están hablados en francés.

Para completar el crisol y aportar el componente italiano y alemán dos directores emblemáticos: Otar Iosseliani y Werner Herzog.

Si bien es cierto que para nosotros en México -y muy en el fondo sospecho que tampoco aquí- el primero no se compara con el segundo, la presencia del realizador bávaro creador de clásicos de la trascendencia de “Fitzcarraldo”, “Nosferatu” o “Aguirre” es lo que más ha llamado la atención de la curiosa mezcla que resulta este impresionante evento. Hace un par de noches la Piazza Grande con sus 8000 butacas y su proyección al aire libre aplaudió a Herzog. Mientras eso sucede yo trataré de lidiar con los subtítulos múltiples de todas las proyecciones y practicaré mi limitada capacidad para los idiomas.

Desde este u otro festival les sigo contando.

Saludos desde el Lago mayor.
El More (@elmoremoreno)

Imagen: Sir Christopher Lee en la ceremonia de apertura del 66 º Locarno Film Festival, el 7 de agosto de 2013 en Locarno, Suiza. Foto Pier Marco Tacca/Getty Images Europe.
Mascultura 20-Ago-13