Se presenta ‘1984’ en teatro, en el CC Helénico

Viernes 19 de julio de 2019

Se cumplen 70 años desde la primera publicación del clásico 1984, de George Orwell, el cual habla sobre el sistema totalitario y de cómo se desarrolla en una sociedad completamente sumisa. Para esta celebración, el reconocido dramaturgo mexicano José Manuel López Velarde (creador y director del fenómeno del teatro musical Mentiras) ha cambiado los musicales por una obra literaria y trae en una temporada de 8 semanas 1984 basada en el guión original de Robert Icke y Duncan McMillan, esta se ha presentado en la Universidad de Guadalajara del 18 de al 30 de junio y se está presentando en el Centro Cultural Helénico del 18 de julio al 8 de septiembre. La propuesta de esta puesta en escena incluye una visión sin censuras ante los temas que maneja Orwell en su novela.

Platicamos con José Manuel para conocer más a fondo las implicaciones de una revisión tan interesante.

¿Qué veremos en el escenario con este gran proyecto?

Lo que vamos a ver es  a ocho actores en escena, interpretando a varios de los personajes de Big Brother. Se usa video, ambientes sonoros, actuación, escenografía. No vamos a ver la primera imagen que se viene a la cabeza al leer 1984, en esta obra se hacen borrosas las líneas entre el 1984 que imaginó Orwell, el 1984 que vivimos realmente y el 1984 que estoy proponiendo.

¿Cuál ha sido tu relación con la obra de Orwell?

Descubrí 1984 después de ver Brazil, que es una mis películas favoritas de Terry Gilliam, y de enterarme que era una versión muy libre de 1984, entonces la leí. Y también en la escuela leí Rebelión en la granja, que te dejaban de tarea. Y lo que es muy curioso es que adentrándome en la producción, también he podido profundizar en la biografía de Orwell y comparar sus obras en el momento histórico que se hicieron. También he revisado otras obras de Orwell, no de ficción, sino de periodismo. He podido ver que se han hecho muchas versiones y adaptaciones de la obra de Orwell, específicamente de 1984 a ballet, óperas, películas, obras de teatro, etcétera.

¿Cuáles son los desafíos más importantes de adaptar 1984 a un proyecto escénico? ¿Qué aspectos de esa obra literaria son mejor explotables?

Justamente creo que el reto es que sea dramática, no sea narrativa: que haya acción en el escenario y, en particular, aquí el texto no es mío, sino de Robert Icke y Dunkan McMillan. Al contrario de lo pausada que es la novela y de esta sensación de melancolía y de que el tiempo no pasa, la obra de pronto tiene ritmo como de videojuego y tiene mucho de lenguaje cinematográfico. Algo muy interesante es que ellos tomaron un parte del libro que no se había escenificado nunca y que la gente suele pasar por alto, que es el apéndice del libro. En algún momento de el libro se explica qué es la neolengua y se explica en retrospectiva, es decir, todos los hechos en 1984 se ven como si fuera algo que sucedió en el pasado, y ese apéndice está fechado en 2050. Ése es justamente el dispositivo que se usa en la obra del teatro para poder contar estas historias de 1984.

El teatro siempre ha cumplido una función más o menos didáctica, y 1984 propende a lo pesimista, por aquello del final. ¿Cuál será el mensaje central de esta gran labor escénica?
Justamente en cuanto al mensaje y el pesimismo, creo que sí, en alguna forma puede ser para ser educativa o tener una moraleja, tanto la obra como el libro, que es en el sentido de hacer cuento precautorio: de a dónde podemos llegar o a dónde ya hemos llegado. No es una obra de teatro de la que salgas con respuestas, sino con más preguntas, y creo que eso es justamente lo interesante para mí. Justamente me parece que la obra de teatro está escrita en una especie de doble pensamiento, en el que las cosas son pueden ser varias cosas a la vez.

En cuanto a la realidad de México, ¿en qué ha acertado y en qué ha errado Orwell al describir el mundo de su futuro, que es nuestro presente?

Hay muchas cosas que tienen que ver, creo que el Gran Hermano hoy tiene mucho más que ver con las corporaciones que con los gobiernos, pero al mismo tiempo éstos también nos están observando y manipulándonos e invadiendo nuestra privacidad, pero sobre todo porque nosotros ahora somos el Big Brother: nosotros estamos transmitiéndonos a nosotros mismos mediante nuestros teléfonos, nuestras pantallas, nuestras redes sociales, y les estamos dando a ellos nuestra vida privada para que nos controlen y manipulen. Pero lo que a mí me parece mucho más importante en esta puesta tiene que ver con la vigilancia y esta era de fake news, de posverdad. Ese es el asunto más aterrador de la realidad que planteó Orwell.

¿Existe el Hermano Mayor (Gran Hermano)? ¿Quién o qué es?

Este mundo en el que se manipula tanto la información… Está lloviendo, y si nos dicen que no esta lloviendo a través de una app o de cualquiera de los otros medios que hay, le creemos más a eso que a nuestros ojos y eso vuelve a mucha gente más poderosa. En México actualmente escuchamos que “se tienen otros datos” y de pronto pareciera que vivimos en realidades alternas dependiendo de nuestra inclinación política, nuestras filias o fobias. Dejaría la pregunta abierta de si existe el Gran Hermano, que es justamente lo que hacemos en la obra. Creo que la respuesta a la que se pueda llegar o las preguntas a las que se puede llegar son más interesantes que una moraleja. +