“Para mí, la libertad importa más que el amor”: entrevista a Walter Riso
Walter Riso desmonta en Me cansé de ti los mecanismos de las relaciones tóxicas, y pone al descubierto el inmenso poder que tiene la víctima para librarse.
Lunes 12 de agosto de 2019
Fabián V. Escalante
Admiramos las relaciones que con el tiempo se vuelven de titanio, sin saber si han aguantado mucho sufrimiento y si ha valido la pena soportarlo para que el potencial humano haya crecido en todos esos años. Cuando alguien ha cumplido 50 años de casado lo primero que digo es ¿ha valido la pena? Es el tema de Me cansé de ti, el nuevo libro de Walter Riso.
“Te amo pero ya no te aguanto”. ¿Cómo desprendernos de lo que nos hace “felices”, pero a la vez nos destruye?
No es fácil desprenderse de las variables que te frenan, que te tienen aguantando a una pareja. Una persona dependiente o adicta al afecto no es capaz de vivir solo, es dependiente de todo, tiene miedo de romper una relación. En general, cuando una relación afecta tu autorrealización, ataca tu dignidad y no respeta tus principios, es una relación que tiene que terminar, pero el apego corrompe el deseo de darle fin.
¿Qué alarmas de conducta nos revelan a las personas disfuncionales?
Me gusta más el término vampiros emocionales. Una señal es cuando comienzas a compararte con otras personas y comprendes que no estás bien. Te sientes triste, con una carga. La soledad se hace presente; las cosas que antes te gustaban de tu pareja ya no te gustan tanto; te empieza a doler tu relación. Se desarrolla el miedo y la incomodidad. Esas son claves para saber que estás en una relación tóxica.
¿La esperanza irracional es lo último que se pierde?
Los hechos y la evidencia te demuestran que estás con la persona equivocada. Desarrollas la esperanza, que muere al último, tienes miedo de estar solo, lo que hace que te ates a esa persona para que te quiera como te gustaría que te quisieran a ti, porque sientes que no eres querible. Pero las personas no cambian. Una frase que te ayuda en ese momento puede ser: “Te amo, pero te dejo, porque no le vienes bien a mi vida”. Con eso rompes esta esperanza que te tiene atado.
¿Cuál es el papel que juegan las personas narcisistas en una relación?
Son más hombres los que son narcisistas. Ellos creen que son grandiosos, especiales, no respetan reglas, se sienten únicos, y extraordinarios. Quien se quiere a si mismo fortalece el yo; el narcisista fortalece el ego. Si tú entras en una relación con una persona narcisista, te vuelve un satélite que debe de girar alrededor de él. Para el narcisista, la pareja existe pero necesita ser brillante para poder presumirlo como un accesorio. Serías como un llavero, porque te planta la idea de que “suerte tienes de que yo te quiera”. La fragilidad de los narcisistas se muestra cuando hablan mal de ellos y no lo soportan porque lo que necesitan son los elogios de los demás. “Me cansé de ti, me cansé del maltrato, me cansé de ser el satélite”, son mensajes de despedida, el adiós, como las cartas que vienen en el libro.
¿Cuál es el equilibrio entre la indiferencia y el “casi lo logramos”?
El odio atrae para destruir y el amor atrae para estabilizar. No puede haber amor si hay indiferencia. Si tu dolor no le duele a tu pareja y si tu alegría no le da alergia, no es compatibilidad, tienes que pensar que no se aman y que no es necesario permanecer ahí. Lo que he escuchado con más frecuencia es el “casi lo logramos”. La gente no es realista; Buda decía: “Ve y especula, mira lo que es”. Todas esas personas crean una ilusión, un autoengaño para no ver el fracaso de lo que no se logró con esas personas. Cuando dicen “casi lo logramos” se engañan sabiendo que no lo han logrado, como cuando no ganas la lotería por un número de diferencia.
¿Cómo se puede ser libre aún en medio del mal de amores?
No puede haber una libertad emocional, tiene que ser una mente que no esté angustiada, que no tenga tantos esquemas ni requisitos, y debe estar libre de tradiciones, tener un pensamiento crítico. Para que exista libertad se debe poder ser lo que quieras sin pedir permiso. De los siete viacrucis que pongo en el libro, en ninguno hay libertad. El amor no es el valor más grande; para mí la libertad y la justicia son más importantes, y si la gente sufre por amor, realmente están muy mal. En el libro pongo recordatorios que son las “cartas del adiós”. Se trata de hacer una recopilación de los hechos y de cómo me sentí y qué es lo que quiero. Es el medio para terminar el concepto de uno mismo, para darle fin a la relación tóxica, y la ventaja del lenguaje escrito es que puedes leerlo y arreglarlo: es un ejercicio de catarsis para defender la dignidad personal. +