Leopoldo Mendívil y su SECRETO 1910

El gobierno lo sabe. Los historiadores lo saben. La mayoría de la gente no lo sabe: la Revolución mexicana no fue planeada en México.

Simón Barroso es un joven soldado que pertenece al batallón del viejo general porfirista Bernardo Reyes, quien decide dar un golpe de estado al joven presidente Francisco I. Madero para restaurar el viejo orden. Barroso atestigua cuando Reyes entrega al embajador de Alemania un tubo en el que se encontraba el “Plan de México”, en el que se formulaba la gran nación que México debería llegar a ser y cómo lograrlo. Cuando Reyes ataca el Palacio Nacional, se desata una matanza. Simón es apresado, pero su mejor amigo, Tino, lo rescata. Sin embargo, ambos fueron apresados nuevamente y, cuando todo parecía perdido, aparecieron unos hombres y rescataron a Simón. Esos hombres eran gente al servicio del embajador de Alemania. El embajador sabe que se gestan movimientos desde la embajada de Estados Unidos y quiere saber qué sucede. Tiene protegida a la familia de Simón, pero éste deberá investigar para él lo que el embajador estadounidense, Wilson, planea hacer. Simón no tiene  más alternativa que ceder ante el chantaje y se presenta ante Wilson diciéndole que tiene información importante, Wilson no confía en él, pero escucha lo que Simón le dice: el dueño de las empresas petroleras de Inglaterra llegará mañana y arrebatará a los gringos todo el poder que, aparentemente, tenían. Wilson lo manda a presentarse con el empresario inglés para que investigue. En el camino, se reencuentra con Tino quien se pega a él sin dejarle alternativa. La secretaria de Wilson, Jessica, siente simpatía por él y le ayuda en lo que puede. Simón y Tino averiguan que hay un agente estadounidense llamado Hopkins que se dedica a desestabilizar países, formando guerrillas, para que el gobierno estadounidense imponga los gobiernos que convienen a sus intereses. La conspiración de Wilson para derrocar a Madero e imponer a Huerta en el poder avanza. Madero está empecinado en no creer en nadie y en seguir escuchando esas voces que cree son de sus hermanos muertos. Simón descubre que hay dos grupos de masones enfrentándose en México: los de la orden de Escocia (europeos) y los de la orden de York (estadounidenses). Al mismo tiempo, hay dos órdenes secretas que se pelean el poder del mundo a través de la posesión de los países que tienen el nuevo energético que está cambiando el mundo: el petróleo.

Los masones mexicanos que apoyan el Plan de México que formuló Reyes lo ayudan, pero debe rescatar a Madero de donde o tiene Wilson. Por un lado, Simón y Jessica entran a Palacio Nacional, pero Madero decide quedarse preso y morir. En la persecución, Simón pierde en los subterráneos de Palacio Nacional el tubo donde está el plan de Reyes. Tino y la prostituta que le ha dado información, logran también encontrar información importante sobre quién es el ‘Gran Patriarca’, un siniestro personaje de nombre desconocido y que es quien realmente mueve todos los hilos en este enredo. Pero Tino decide inmolarse y su acompañante es asesinada por la gente de Wilson. Simón es apresado por Wilson y está a punto de ver cómo muere su familia por haberlo traicionado. Hábilmente, logra hacer estallar una granada y rescatar a su familia, ayudado por Jessica, quien se suicida. Huerta queda en la presidencia por un tiempo y, el resto de la historia, todos la sabemos. En el tiempo actual, los bisnietos de Simón intentan rescatar el Plan de México de Bernardo Reyes, que debe estar en algún lugar de los subterráneos de Palacio Nacional.

Leopoldo Mendívil López es un escritor mexicano, nacido en 1970. Estudio comunicación en la Universidad Iberoamericana. Ha trabajado como publicista en la casa Nautilus-Grupo Elektra, produjo y escribió programas televisivos para la Presidencia de la República y participó como conductor en la serie televisiva El otro México. Es autor de la novela Psi-Code, que aborda los últimos avances científicos relacionaos con el cerebro y los programas secretos del gobierno de Estados Unidos en esta materia.

SECRETO 1910
Leopoldo Mendívil López
Grijalbo