Para soñar despierto: SUEÑA, de Eliseo Alberto
“Acabo de recordar el sueño que tuve la noche de mi cumpleaños. Me veía a galope sobre una cebra que no era exactamente una cebra pues tenía patas y plumas de gallina, aunque la gallina tampoco era muy gallina que digamos porque tenía cara de cebra”.
Ismael, el niño que nos narra la historia, le debe su nombre a uno de los personajes de ese libro sobre una ballena enorme y blanca, que a su papá tanto le gusta leer en voz alta alguna que otra noche. Ismael imagina cosas todo el tiempo, parece que vive soñando, aun cuando está despierto. Le gusta ir a la escuela porque ahí topa toda clase de seres extraordinarios: gatos-tortuga, dinosaurios-canguro, peces con alas. Y lo mejor es que todos ellos están en su mismo salón, algunos hasta son sus amigos. Los sueños no siempre tienen que ser pesadillas, también pueden ser buenos sueños, qué digo buenos: pueden ser ¡sueños fantásticos!
Eliseo Alberto, “Lichi”, era como los habitantes de su libro: un ser fantástico. Tenía un gran sentido del humor y se la pasaba compartiendo historias con quienes quisieran escucharlas. En un homenaje póstumo, uno de sus más grandes amigos, J.F. Hernández, dijo algo que me pareció acertadísimo para describir su obra: “Lo tuyo era romper la tiniebla de cada noche e iluminarnos el mundo con palabras". Ese, tal cual, es el efecto de este libro, que Ilustrado con los sueños coloridos de otro grande: Enrique Martínez, me hace pensar de inmediato en esas lámparas de noche que proyectan imágenes de fantasía por el techo y las paredes de la habitación.
Por Karen Chacek
Sueña de Eliseo Alberto en Librerías Gandhi.
Imagen: Portada del libro Sueña de Eliseo Alberto.
Mascultura 13-Dic-12