LAS AVENTURAS DE PIMPÍN EL EXTRATERRESTRE. Una divertida historia de ciencia ficción

Encontrar un amigo en el planeta de los terrícolas es una misión relativamente sencilla, cuando eres un terrícola. Pero si naciste con tres ojos, la cara verde, te llamas Pimpín y provienes del planeta Pimpín, digamos que la cosa se complica un poco… ¿Un amigo? ¿Eso a qué se parece? ¿Se come? A Pimpín ya lo espera una familia en el planeta Tierra para hospedarlo en su casa y explicarle detalles insignificantes como que: a esa bola de pelos que rasguña y ronronea se le llama gato, o que ni los teléfonos ni las bañeras, las sillas, los cepillos y las mochilas se comen. Pimpín está decidido a acudir a la escuela durante cinco días; Bigotes, el individuo-señor que vive en la casa, le ha dicho que el colegio es el mejor lugar para encontrar un amigo. La pregunta es si Pimpín conseguirá su objetivo, tratándose de un extraterrestre que rompe con una que otra regla y ¡comete una serie de torpezas mayúsculas! Ya ni les cuento cómo le va cuando se topa con las palabras Ama, Televisión y Secreto, eso mejor léanlo en su diario de viaje, que aquí los terrícolas hemos titulado Las aventuras de Pimpín el extraterrestre. Tal vez a más de un adulto le parezca que se trata de una muy divertida historia de ciencia ficción para primeros lectores. Eso, porque nunca han convivido antes con un extraterrestre. Los lectores que sí lo hayan hecho, se divertirán a lo grande leyendo las descripciones puntuales que hace Pimpín de una que otra extravagancia humana, o identificándose con sus observaciones sobre alguna de las muchas maneras en las que los terrícolas nos complicamos la existencia.

Por: Karen Chacek

Imagen 1,3-4: Interior del libro Las aventuras de Pimpín el extraterrestre de Colas Gutman.
Imagen 2: Portada del libro Las aventuras de Pimpín el extraterrestre de Colas Gutman.
Mascultura 17-Abril-12