"El libro de Daniel", de Gerardo María
Perder a un hijo es, sin duda, una de las experiencias más duras y complejas que una persona puede atravesar. Daniel murió intempestivamente a los 21 años, con toda la vida por delante. La madrugada del 6 de junio de 2004 se lo llevó y dejó en su familia y amigos un vacío imposible de llenar.
En “El libro de Daniel”, Gerardo María narra el imposible camino que ha tenido que recorrer desde esa noche, no sólo con la voz del escritor, del cronista, sino con las palabras del padre que enfrenta la ruptura de la ley de la vida, con todo el dolor que ello puede implicar. Estas páginas transitan de la negación a la fe, del borde de la locura a la esperanza, del grito al silencio de la meditación, del esoterismo a los libros, de la ira a la paz, de la culpa a la aceptación, hasta encontrar la presencia de su ausencia.
De este modo, cuando se sufre una muerte muy dolorosa, la vida parece exigirnos al mismo tiempo una respuesta tan grande o más que la pérdida que sufrimos. Las crisis que vivimos nos exigen cambiar nuestra manera de pensar, vivir, concebir, amar y relacionarnos con el mundo, con los demás, con nosotros mismos.
Las reflexiones y el intercambio de experiencias con gente que está sufriendo un problema, resulta más enriquecedor de lo que se puede pensar, pues cuando no se está completamente despierto, la vida envía sacudidas y hay que decretar: vine a servir y a poner lo mejor de mis talentos con tal de que la tierra sea un mejor lugar en el universo.
Por último, el amor es el eje donde circula la vida. Amor es la seducción para ser uno mismo y nosotros pertenecemos a lo que amamos.
Mascultura 26-may-15