Magia a través de los siglos: LAS MUJERES DE LA TORMENTA, de Celia del Palacio

Hoy en día, el Estado de México sobresale más por la mancha roja que lo ha marcado, que por cualquier otra causa que lo dignifique. El Estado de México se mantiene en el pódium principal en cantidad de feminicidios. Durante los últimos años, pareciera que la violencia y el terror en esas tierras se cimbran con más potencia y con menos piedad. La triste historia del machismo y la violencia hacia la mujer es una realidad que nuestro país no ha podido superar.

Celia del Palacio en su novela Las mujeres de la tormenta retoma esas historias que coquetean con el olvido y la indiferencia, para hacer de ellas el sustento del caso que Lilia tendrá que afrontar. La imposición de la virilidad desde tiempos remotos de la conquista es sólo una forma del miedo a perder el control.

Mewzi es una mujer africana que llega a Veracruz en un cargamento de esclavos. A lo largo del viaje, la joven Mewzi dio a luz a una pequeña, sin embargo, no imaginó el horror que le esperaba al desembarcar. ¿Cabe tanto odio en alguien para asesinar a una criatura cuya fuerza es insuficiente para defenderse? La Historia ya nos ha dado la respuesta un sinfín de veces. En la novela no es la excepción. La imagen de la niña, con su pequeño cuerpo inmóvil por la caída causada por un oficial marroquí asqueado de la podredumbre de los calabozos y con ansias de descanso, desencadenó en su madre un ataque de furia incontenible. Con gran agilidad arrebató el cuchillo que portaba el guardia y ahí mismo lo apuñaló. La condena de Mewzi es el detonante de la historia que, a su vez, viaja en paralelo a otra, con la de Lilia y el asesinato misterioso de su madre Selene.

Las mujeres de la tormenta es un misterio más que policiaco, sobrenatural. A través de sus páginas transmite la magia de antiguas leyendas y poderes escondidos en las brujas de Veracruz, un estado asolado por la violencia y la corrupción, de esa que lo políticos casi no conocen. También es el choque entre lo lógico y lo que hay más allá, en los secretos que la ciencia no ha podido inmiscuirse.

Pareciera que nuestro México es tierra de nadie o del que más dinero roba. ¿No se ha preguntado, estimado lector, cómo es posible que les vaya bien a todas esas personas que sólo le traen desgracias a la población humillada una y otra vez? La reciente novela de Celia del Palacio juega con la idea de la magia como vínculo protector de los corruptos, pero también como su forma de castigo y de condena. Todo depende de quién la posea y los intereses que en ella se depositen.

¿Recuerda haber escuchado de la Mulata de Córdoba? No dudaré que también del General Antonio López de Santa Anna. Pues bien, estos dos personajes no se escapan de la tormentosa novela, que expone sin piedad la crueldad humana incitada muchas veces por la ambición del poder.

Las mujeres de la tormenta viaja por los siglos hasta llegar a nuestra época tan desolada y necesitada de un lugar de dónde sostenerse. ¿Por qué no hacerlo de la magia y lo sobrenatural, cuando la hecatombe contemporánea arrasa sin piedad todo lo que toca?

Por Rolando Ramiro Vázquez Mendoza

Imagen: Portada del libro Las mujeres de la tormenta de Celia del Palacio.
Mascultura 18-Oct-12