Para el reportero que llevas dentro: LAS GRANDES ENTREVISTAS DE LA HISTORIA

Cómo género periodístico, la entrevista es uno de los medios más eficaces de comunicación porque permite a muchas personas conocer de primera mano las ideas y opiniones de figuras públicas de relevancia social, cultural o política. Se trata de una invención moderna: la primera entrevista en el formato de pregunta y respuesta que conocemos hoy en día data de 1859, y desde entonces aparecen no sólo en los periódicos sino en revistas, radio, televisión e internet.

Alabada y satanizada por igual, la entrevista es “el arte de extraer declaraciones personales para su publicación”, definición extraída de la amplia introducción de “Las grandes entrevistas de la historia”, libro editado por Aguilar. Se trata de un libro extenso, más de 600 cuartillas, y 61 entrevistas con políticos, escritores, científicos, estrellas de cine.

En el libro compilado por Christopher Silvester hay verdaderas joyas periodísticas: destaca la primera entrevista de la historia (publicada en el 20 de agosto de 1859), realizada por Horace Greeley, del New York Tribune, al líder mormón Brigham Young, fundador de la ciudad de Salt Lake City. Al momento de ser entrevistado, Brigham acepta tener quince esposas, pero reconoce que sintió mucha aversión cuando Dios le reveló su deseo polígamo. También Karl Marx es entrevistado, en Londres, el 18 de julio de 1871. De acuerdo con el entrevistador, un tal R. Landor, en todo momento Marx está acompañado por otro alemán, muy probablemente Federico Engels. En el caso de estos dos ejemplos, hacia el final del artículo, los reporteros admiten que lo que han publicado es lo que recuerdan de la charla (las grabadoras portátiles aún no existían). En esas épocas del inicio del periodismo moderno sacar un cuaderno para tomar notas se consideraba de mal gusto y coartaba, en cierta medida, la libertad de expresión del entrevistado. Ya con las grabadoras la cosa no cambió mucho: cientos de personas se niegan a que sus palabras queden registradas pero se quejan cuando sus declaraciones “son malinterpretadas” por un reportero poco competente.

Es probable que el uso de la memoria fuera un factor para que muchas figuras rechazaran una entrevista, como Rudyard Kipling, quien consideraba al acto de responder preguntas como una inmoralidad, pero al paso de los años se dejó seducir por ese mismo arte al entrevistar al mismísimo Mark Twain, quien por cierto amenazó en múltiples ocasiones con no responder a más preguntas; o H.G. Wells, otro descreído del género, que hizo lo propio con Iósif Stalin. Estas tres entrevistas se incluyen en este el libro.

La entrevista que Milt Machlin le hace a Ernst Hemingway es interesante por varios aspectos: según el periodista, cuando fue a buscar al escritor, su doncella y un sirviente le dieron con la puerta en la nariz, por lo que fue a echarse unos tragos. Ya por la tarde regresó con la seguridad que sólo da el alcohol y sin dejarse intimidar por la voz del autor de “Por quién doblan las campanas”, consiguió entrevistarlo durante varias horas. La entrevista de Machlin tiene un pie en la crónica de viaje, en el reportaje y en la comedia de situación, sobre todo cuando Hemingway encara a un supuesto viejo cubano que por ganarse un dinero afirmaba ser el “Viejo” de la novela “El viejo y el mar”.

Incluso el acomodo en que se presentan las entrevistas da mucho en qué pensar. Después de la de John F. Kennedy sigue la de Marilyn Monroe. En la primera reconocemos a un Kennedy seguro de sí mismo, que no titubea al responder preguntas tanto del ámbito propio de Estados Unidos como del internacional. Por su parte, Marilyn Monroe le dice a Georges Belmont que “Cartas a un joven poeta”, de Rainer Maria Rilke, le ha ayudado mucho para no creer que se ha vuelto loca.

Personajes como Mahatma Gandhi, León Tolstói, Pablo Picasso o John Lennon, aparecen en esta antología de grandes entrevistas, abarcando un periodo que va de 1859 a 1992. Como dice su autor: “El resultado, un reportaje histórico que se lee como una novela y que informa como un periódico actual”.

Si has soñado en convertirte en un gran entrevistador o en ganarte el premio Pulitzer, te recomendamos que le eches un vistazo a “Grandes entrevistas de la historia”.

Por: Jorge Vázquez Ángeles 

Imagen: Portada del libro "Las grandes entrevistas de la historia", de Christopher Silvester.
Mascultura 14-Ago-13