LA FRONTERA INFINITA, estupendo documental de Juan Manuel Sepúlveda

No es común que un documental haga de su forma parte del fondo, es decir, que el armazón donde se acomoda la información corresponda de tal manera a ella que se convierta en un vehículo completo, en un carruaje que transporta a la medida lo que se quiere comunicar. La frontera infinita, estupendo documental de Juan Manuel Sepúlveda es uno de esos casos, muy pocos en estos años.

Si nos encontráramos frente a un documental o un documentalista con menos ojo, con visión más perezosa, La frontera infinita sería una narración de aventuras y desgracias a toda velocidad y con el aire golpeándonos la cara como ocurre cuando uno viaja en tren. Al contrario, el difícil y lentísimo tránsito de migrantes centroamericanos de la frontera sur de México a la norte para cruzar a Estados Unidos, su espera por el tren fantasma que habrá de llevarlos y sus caras cansadas y resignadas a la contemplación, está visualmente narrada con la finalidad de comunicar esos tiempos, esa intensa espera en donde nada transcurre ni se mueve hasta que llega el tren.

Efectivamente, hay historias y hay narraciones, todas conmovedoras especialmente porque aunque ocurren en el mismo país que habitamos, se sienten tan lejanas como esa frontera sur tan fantasmalmente dibujada y tan violentamente retratada en un documental que, sin exageraciones, deja a la vista todas las cicatrices que son marcadas allá. Espera, tiempo, lluvia, selva, Centroamérica y Norteamérica enfrentados en las vías del ferrocarril. Sin brusquedades sino con paciencia, como la paciencia de esos migrantes, es como Sepúlveda desvela poco a poco las tragedias y las motivaciones, los choques y los éxitos de todos esos hombres que han sido forzados a salir de sus ciudades y pueblos para buscar en esta Norteamérica desagradecida, primero en México, luego en Estados Unidos, un poco del pan que se les debe.

Las pausas del documental, su tránsito, sus voces casi apagadas obligan a otro tipo de reflexiones, más humanas, más cercanas, más vivas, más intensas que el mero reclamo por la desprotección que esos migrantes sufren en espera del tren. ¿Lo peor? Lo peor es que La frontera infinita, con paso taciturno y tiempos reales, deja muy claro que el viaje de todos esos hombres continúa aun cuando esta historia haya concluido.

Por: Erick Estrada www.cinegarage.com

Imagen: Fotograma del documental La frontera infinita.
Imagen: Portada del DVD La frontera infinita.
Mascultura 16-Mar-12