Travesía por la “Historia de las tierras y los lugares legendarios” de Umberto Eco
Hoy nos resulta fácil pensar en la posibilidad de existencia de vida en otro planeta. Quizá en un futuro descubramos que todas las hipótesis desarrolladas al respecto fueron vanos años de disquisiciones, y ese planeta tan anhelado pase a ser un capítulo más del compendio de lugares legendarios.
La literatura y el cine no se han cansado –la ciencia tampoco– de continuar imaginando cómo serían esos mundos. Quizá un día lo hallemos y no sea en nada parecido a lo bosquejado en esas páginas y películas. Con este ejemplo no intento más que trazar una comparación con lo que sucedió en épocas pasadas, desde los Presocráticos hasta nuestros días. Ejemplos y explicaciones sobran, cuando el escritor italiano, Umberto Eco, nos trae “Historia de las tierras y los lugares legendarios” (Random House Mondadori, 2013).
La invención de lugares incrustados en un imaginario colectivo ha ido cambiando, según la época; algunas historias han tenido un fuerte impacto, tal que han inspirado innumerables textos y obras de arte, mientras que otras simplemente se han apagado. En “Historia de las tierras y los lugares legendarios” realizamos una travesía por espacios que, hayan existido o no, han creado historias e ilusiones; por ejemplo, la gran variedad de formas que se creyó que tuvo la Tierra, dando orígenes a un sinfín de anécdotas y creencias: desde la idea de la Tierra en forma de disco para Homero, hasta la esfericidad intuida por Parménides o la redondez que planteó Ptolomeo.
Por otro lado, seguramente alguno de ustedes escuchó sobre la Atlántida. Bueno, el primero en referirse a este lugar fue Platón. La leyenda de la Atlántida dio origen, posteriormente, a la invención de otros espacios como Mu y Lemuria; el primero como resultado de la interpretación de códices mayas y el otro como una segunda cuna de la raza humana. En “Historia de las tierras y los lugares legendarios” recorremos desde las tierras de la Biblia, las Siete Maravillas y el Dorado hasta las hipótesis sobre el interior de la Tierra.
Con este libro nos adentramos no solamente a un simple compendio, sino a una muestra del panorama del germen de donde nacieron cosmovisiones, sectas como la Koreshan Unity y travesías que costaron vidas, como la llevada a cabo para hallar El Dorado junto a Juan Ponce de León, o la realizada por un supuesto Raymond Bernard, que falleció buscando un túnel en Suramérica que lo condujera al interior de la Tierra.
En uno de los apartados, Umbero Eco se dedica a explica la “utopía”, desde la propuesta de Tomás Moro hasta las acepciones que hoy en día ha alcanzado el concepto. “Historia de las tierras y los lugares legendarios” está lleno justamente de eso, de utopías, lugares –o no lugares– que en algún momento de la historia simbolizaron el espacio óptimo. América llegó a ser la utopía europea; el Paraíso Terrenal, otro de los lugares legendarios, llegó a ser ubicado en la parte más extrema de Oriente, en Palestina e, incluso, en el nuevo continente descubierto por Colón.
La comparación con la que inicio esta reseña puede ser eso: la utopía frente a un planeta devastado, con recursos naturales insuficientes y con una civilización en crisis. Quizá nuestra generación jamás averigüe la subsistencia en otro mundo, por lo que de momento quedémonos con esta “Historia de las tierras y los lugares legendarios”, antes que lo que representa una esperanza en producciones e investigaciones tanto artísticas como científicas contemporáneas pase a ser otro capítulo más de este libro.
Por Rolando Ramiro Vázquez Mendoza @LordNoa
Mascultura 10-Abr-15