La vía negativa hacia la felicidad

Si el Desarrollo Humano te produce suspicacia, si los manuales de autoayuda te parecen chapuceros, si crees que la felicidad es imposible de alcanzar, o si ya has probado todos los métodos disponibles, este libro es para ti.

Cada cierto tiempo aparece en el mercado un volumen que trata de ajustar cuentas con el sector de la autoayuda, algunos con mejor o peor fortuna, pero todos con interminables peroratas que sólo sirven a su autor.

A primera vista, “El antídoto” parecería formar parte de esta corriente, al exponer una serie de argumentos en contra del pensamiento positivo sobre la que transitan muchos de los profesionales de la autoayuda, pero la inteligencia con la que expone sus argumentos y el fino sentido del humor con que va entretejiendo sus razones a favor de la vía negativa para ser feliz, lo convierte en un auténtico regocijo de muy fácil lectura, y en el perfecto complemento para cualquier sistema de autoayuda.

En este volumen, Oliver Burkeman -columnista de temas relacionados con la productividad, la ciencia de la felicidad y la cultura de la autoayuda-, concluye que la vía más efectiva para hallar la felicidad es la que parte del pensamiento negativo, esa que nos pone, inevitablemente con los pies en la tierra. Para esto convoca lo mismo a Séneca, que a los estoicos griegos, a psicólogos de diversas corrientes, a afamados psiquiatras, a Buda, meditadores, consultores empresariales, expertos en terrorismo, maestros espirituales como Eckhart Tolle y hasta la Santa muerte y las tradiciones de la festividad de Día de Muertos en México.

Todo parece resumirse en las palabras que la escritora Edith Wharton pusiera en boca de uno de sus personajes: “Hay muchas formas de ser desgraciado, pero sólo hay una de estar tranquilo, y es la de dejar de perseguir la felicidad por todas partes”. Y es que en eso consiste la propuesta de Burkeman, en reconocer lo transitorio de la vida (la “impermanencia” de la que hablan los budistas), con ello, la inseguridad, la incertidumbre y la imperfección dejan de ser dolorosas y nos permiten ser realistas, sin esperar fuerzas divinas o poderes incomprensibles que nos ofrezcan la felicidad en bandeja de plata.

Oliver Burkeman (@oliverburkeman) sabe de lo que habla, pues en cada uno de los ocho capítulos que componen esta obra, nos relata sus impresiones de probar en carne propia diferentes técnicas de autoayuda, desde enfrentar sus miedos en el metro de Londres, vivir un retiro de meditación en silencio en Massachusetts, un multitudinario congreso motivacional con George W. Bush como orador principal, hasta una visita al santuario de la Santa Muerte en el corazón del barrio de Tepito, en la Ciudad de México.

Leer “El antídoto” es la ayuda adecuada para cambiarnos el “chip” mental que nos condiciona a mirar la vida como un enorme monolito imposible de abarcar. De esta manera se puede terminar con el sufrimiento que ocasiona la búsqueda de la elusiva felicidad.

Por: Andrés Mayo Góngora

Imagen: Portada del libro “El antídoto”, de Oliver Burkeman.
Mascultura 19-Ago-13