Economía para un planeta abarrotado
Es tiempo de cambios y el siglo XXI, muy nuevo aún, nos ofrece la oportunidad de replantearnos los paradigmas sobre los que se asientan muchas de las creencias que lo han conformado. Momento de revisar cada uno de los sectores de una sociedad al borde del abismo. Una civilización que explota sus recursos naturales como si no hubiera un mañana.
“Economía para un planeta abarrotado”, del economista Jeffrey Sachs, es un llamado de atención sobre el rumbo que el desarrollo económico y la globalización han marcado para nuestro mundo. Desde su puesto de observación privilegiado en el Proyecto del Milenio para las Naciones Unidas, Sachs señala algunas tendencias que caracterizarán el juego económico global de los próximos años. La convergencia económica de las naciones, producto del aumento de la población y de los niveles de renta per cápita, pero sin el abatimiento de la pobreza, que en algunos casos se hará más extrema. El desplazamiento del centro de gravedad de la economía mundial a los países asiáticos debido al rápido crecimiento económico de la región. Un incremento superlativo de los centros urbanos, lo que significará que por primera vez en la historia de la humanidad la mayor cantidad de población se ubique en estos núcleos, por encima de zonas rurales, con los retos urbanísticos y de satisfacción de servicios que esto conlleva, pero también con consecuencias graves en la producción de alimentos y el aprovechamiento de recursos naturales.
Retos como el aseguramiento del abasto de agua para todas las regiones planetarias, el abatimiento del colapso de las pesquerías y la trasformación de la ganadería en una actividad sustentable, el mejoramiento de la producción agrícola que garanticen un reparto igualitario de los alimentos. El reto demográfico es otra de las tareas pendientes en la que Sachs ofrece motivos para promover el descenso de la fertilidad como factor principal para que las familias pobres logren superar su condición. Pero también nos alerta de la urgente necesidad de mejorar el nivel de supervivencia de la población infantil y acabar con las muertes maternas por una mala atención médica o falta de nutrición. Lograr la equidad en la educación de la población femenina y garantizar condiciones adecuadas para la vejez. Política exterior, migración, gasto social. Y en todos estos asuntos África planea como la gran deuda planetaria.
Luego de leer “Economía para un planeta abarrotado” resulta desalentador darnos cuenta que la perspectiva de alcanzar un acuerdo global sobre un tema tan complejo como el cambio climático, que guarda relación con un recurso compartido por todas las naciones del planeta, como es la atmósfera, y que golpea el corazón de nuestro sistema económico, sea tarea casi imposible. Pero es en este “casi” en donde se encuentra una enorme área de oportunidad, como ejemplo bastan las lecciones dejadas por la lucha en contra de la desaparición de la capa de ozono.
Lúcido, contundente, preocupante, pero sobre todo accesible. Un certero diagnóstico de los fracasos asociados al desarrollo. Lectura obligada para quienes deseen entender el futuro del planeta que habitamos, pero sobre todo para quienes tiene en sus manos las decisiones estratégicas de la economía mundial.
Por: Andrés Mayo
Imagen: Portada del libro “Economía para un planeta abarrotado”, de Jeffrey Sachs.
Mascultura 14-Oct-13