El arte griego de recoger flores: CUENTO, ANTOLOGÍA Y CANON, de Estrella Asse
Crear una antología se asemeja a hacer una maleta. La complejidad aumenta si se trata de una maleta pequeña, o peor aún, si es una mujer la que empaca. Nunca nos cabe todo lo que queremos llevar, uno guarda lo esencial pero siempre te quedas con la sensación de que algo se te olvidó o de que hubieras podido llevar un vestido mejor. ¿Meto la pijama o un vestido de noche, por si se ofrece? No, mejor saco los shorts y llevo una falda. Por trivial que esto parezca, imagino a un antólogo de cuento quebrándose la cabeza: ¿Cortázar o Borges? ¡Los dos! Pero si los meto, ya no va a haber espacio para Onetti y es esencial… ¡Y me falta Rulfo! ¿Cómo le diré al editor que quiero aumentar el número de páginas? Así que uno termina desechando con resignación y desagrado, o comprando una maleta más grande, si es que se puede.
Estrella Asse, especialista en cuento, parte de una pregunta esencial que surge de su quehacer docente: ¿cuál es la mejor antología, la más completa, la más confiable?, ¿desde dónde se han elegido a los autores y los contenidos?, ¿qué criterios defiende cada antología? Las preguntas han derivado en una investigación exhaustiva recogida en "Cuento, antología y canon: rutas paralelas en el tiempo", editado por Praxis. La obra está llena de curiosos datos literarios; por ejemplo, el de que los griegos pensaron en la antología como la metáfora de una guirnalda o corona de flores. Antos, significa flor; légein, recoger. Así, las primeras antologías buscaban ser un ramillete de bellas y diversas flores, pero literarias.
La autora hace un recorrido por la historia de las antologías, desde los epigramas griegos pasando por las colecciones de narraciones orales medievales hasta las complejas compilaciones norteamericanas que defienden a las minorías: afroamericanos, mujeres, asiáticos, chicanos, entre otros. Particularmente interesante resulta el capítulo dedicado a la historia del cuento, donde Asse conecta con maestría las genealogías literarias desde “El Talmud”, “Las mil y una noches”, “El Decamerón”, “Los cuentos de Canterbury”, Edgar A. Poe hasta James Joyce, Virginia Woolf y Borges.
La mosca en la sopa la pone Harold Bloom, el crítico norteamericano, al abrir la discusión sobre el canon, que retoma Asse al final del libro, justo donde los catorrazos iban a ponerse buenos. ¿Cuáles son los criterios en los que se basa un antólogo para elegir unas obras y no otras? Según Bloom, las nuevas tendencias norteamericanas que recogen obras de las minorías, nacen desde los criterios del resentimiento, mientras que él busca basarse estrictamente en criterios estéticos. Pero ¿qué son los llamados “criterios estéticos”? ¿Son universales y homogéneos, o cambiantes y heterogéneos? ¿Cómo decir que un texto literario es bueno, o si se considerará así dentro de 50 o 100 años? Justo esta discusión es el pan nuestro de cada día entre los editores de libros y revistas literarias.
Asse apunta también a la importancia que ha tenido la antología como medio de difusión entre los lectores, algunas veces recogiendo obras o autores poco conocidos; otras, poniendo por escrito narraciones orales. Finalmente, el antólogo es un súper lector que guiará en su aventura a otros nuevos lectores.
"Cuento, antología y canon" es un texto académico, especializado y con una bibliografía monumental, dirigido a un lector igualmente especializado, que ame la historia de la literatura y las discusiones críticas. Es notable la erudición de la autora y el hecho de aventurarse a un tema tan poco abordado en México. Lo único que hace falta para tener el círculo completo es que Estrella Asse haga su propia maleta, que forme su propia guirnalda, y que se sumerja –probablemente─ en la confusión eterna del antólogo: qué llevar y qué no.
Por: Fátima López
Asse, Estrella. “Cuento, antología y canon: rutas paralelas en el tiempo”. México: Praxis, 2013.
Imagen: Portada del libro “Cuento, antología y canon", de Estrella Asse.
Mascultura 16-Oct-13