La periodista Carina Bergfeldt hace con MATAR A PAPÁ justicia poética de lo más negra
En Suecia, cada 40 minutos una mujer denuncia maltrato y una de cada cuatro lo sufre. A pesar de ello, es raro que su entorno "se dé cuenta", por lo que la periodista Carina Bergfeldt está "orgullosa" de que su primera novela, "Matar a papá", un sorprendente thriller, haya despertado ya "algunas conciencias".
"He visto muchas formas de violencia, en Afganistán o Irak, pero quise darle voz a la que sufren esas mujeres que llaman al periódico desesperadas contando que su novio o el padre de sus hijos las maltrata y que nadie parece darse cuenta", explica en una entrevista Bergfeldt, reportera estrella del principal diario sueco en ventas, Aftonbladet.
En Suecia, detalla, aunque haya 12.000 denuncias de maltrato al año ante la policía, "son una pequeña parte y, además, hay pocas que llegan a algo".
Las mujeres, dice, tienen miedo de dar su nombre "por si eso empeora las cosas con el agresor. Es una violencia terrible, humillante, devastadora, que pone la piel de gallina, y que todos conocen, y, sin embargo, todo el mundo se sorprende cuando una mujer se divorcia por ese motivo".
Por eso, ella ha querido evidenciar en su primera novela esa "horrible vergüenza" y quizá, "la próxima vez", a alguien "se le encienda la bombilla y piense en el horror que puede estar sufriendo su vecina, su amiga o su hermana; que todos estén más alerta".
Es una novela negra "psicológica", con una estructura inusual, muy cinematográfica, en la que se mezclan tres tramas presididas por la de la mujer que ha puesto en la nevera el recordatorio de que "tiene que matar a su padre", "una mala bestia" que ha convertido la vida de su familia en un infierno.
Valdemar, que así se llama el sujeto, "no es el resumen de todos los maltratadores" sino un personaje "bastante habitual", empeñado en "herir, humillar y hacer de la vida de los demás una pesadilla, pero que no llega al asesinato", explica la autora.
"Pocos cruzan la línea en Suecia. En los últimos seis años, asevera, han sido 183 las muertas, es decir, una cada dos semanas, aunque cada 40 minutos haya una denuncia".
La idea "inspiradora" para la novela se la dio la serie "Dexter", y su idea de exponer cómo "hacer justicia poética" con "los malos del mundo" y "tener éxito".
Su forma de escribirla fue bastante cinematográfica, porque, cuando arrancó, "a las 15:51 horas del 1 de enero de 2012" y durante cuatro días "de trabajo compulsivo" que concluiría nueve meses después, lo hizo no por orden sino por escenas y acudiendo a Google para "todo" lo que se le ocurrió.
"Busqué cómo escribir una novela de misterio -se ríe-. Di con la página de Camilla Läckberg, en la que explica que hay que describir lo primero que va a ver el lector del protagonista y de repente vi a Valdemar ante mí".
A partir de ahí no planeó cómo iba a ser la novela, sino que "le salió", aunque admite que su oficio le puede y que su forma de plantear las historias es ir al grano, mostrándolas "cara a cara", sin una tonelada de adjetivos.
"No soy capaz de estar dos hojas describiendo el ruido que hacen las pisadas sobre la grava", se ríe.
En "Matar a papá" no hay un inspector al estilo del Wallander de Henning Mankell o el Patrik Hedström de Camilla Lackberg, sino tres mujeres -dos periodistas y una policía- y una de ellas es la posible asesina de su progenitor.
Bergfeldt, de 33 años, publicó "Matar a papá" en una pequeña empresa sueca, pero pronto se convirtió en un éxito gracias al boca oreja, tras un estratégico cambio de editorial y de portada para la edición de bolsillo.
Esperamos su llegada de la mano de Seix Barral, tras ser un fenómeno de ventas en Suecia, aclamado como un "thriller" "diferente", "un soplo de aire fresco" en la senda que abrió con tanto éxito Stieg Larsson.
Precisamente, la editorial que "descubrió" al autor de la saga "Millenium", Norstedts, ha adquirido los derechos digitales de la novela y del resto de la trilogía, y prepara ya un gran lanzamiento del segundo volumen.
La autora obtuvo el Aswedish Grand Journalism Prize 2012 por ser la única reportera que pasó la noche con las víctimas de la matanza de Noruega, en julio de 2011, una experiencia, en la que solo pudo observar que "cambió totalmente su visión como periodista" y su forma de enfrentarse a un mundo "tan terrible" como la novela más negra.
Imagen: Fotografía facilitada por la editorial Seix Barral de la periodista Carina Bergfeldt.
Madrid, 29 oct (EFE)