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LAS ALAS DEL DESEO es probablemente la película más conocida de Wim Wenders

Las alas del deseo es probablemente la película más conocida de Wim Wenders y el mérito no es gratuito. Se trata de una de las mejores de su filmografía. Es al mismo tiempo una cinta que marcó una época y de la que se hicieron desde versiones infames e impresentables, hasta homenajes que van de lo absurdo a lo inspirado.

Hay en ella una exploración de las pulsiones humanas como muy pocas veces se han conseguido en el cine, desde el deseo hasta el amor, pasando por la rabia, la ira, la necesidad de permanencia y de compañía, todas ellas tan presentes que para muchos resultan ocultas. La historia del ángel que se cansa de su falta de carne, de cuerpo, de materia, que quiere sentir y que las cosas le duelan, fue a la vez una metáfora gris (la película es en parte en blanco y negro) de la Alemania que en esos años aún estaba dividida, y un grito en contra de las comodidades que prometía peligrosamente el final del siglo XX (promesas de campaña, un bienestar falso). Todo, y como ya dije, mientras se construía una lista de eso “bueno” y eso “malo” que nos hace humanos: más que perfectibles, orgullosamente defectuosos.

Están ahí presentes el arriba y el abajo sin lecciones morales; el día y la noche sin divisiones conservadoras; el ser y el no ser con todo el peso shakesperiano que la tragedia de esta vida marca en nuestras pieles.

Ser o no ser. Subir o bajar. A muy poco de la muerte del querido actor Peter Falk la cinta adquiere otra dimensión más. En Las alas del deseo, Falk interpretó a un actor de cine que deambula por Berlín en busca de algo —como el ángel que decide deshacerse de sus alas—, sabiendo algo, intuyendo algo. Se trata de una especie de homenaje al personaje que hizo de Falk un actor universalmente popular (el detective Columbo) y al mismo tiempo un pequeño monumento a él mismo pues, a muy poco de que comenzamos a escuchar sus reflexiones (Wenders nos convierte en ángeles de su película, nos deja escuchar los pensamientos de otros), descubrimos que se interpreta a sí mismo.

No es extraño entonces seguir la lista de los que son o no son en esta redondísima película. Ahí están además Nick Cave, The Bad Seeds y los chicos de Crime and the City Solution, interpretándose a sí mismos. Alemania era así en esos años. El mundo era así en esa época.

Entre el ser y el no ser, entre ser niño o ser un anciano con mente de detective.

Adiós a Peter Falk.

Las alas del deseo de Wim Wenders en Gandhi

Por: Erick Estrada www.cinegarage.com