‘Las correspondencias’ en el siglo XXI: hechos de una diáspora lírica

‘Las correspondencias’ en el siglo XXI: hechos de una diáspora lírica
3 de octubre de 2019
Fernando Salazar Torres

El título Las correspondencias (Círculo de Poesía, Visor Libros México), de Alí Calderón, recuerda de inmediato el célebre poema de Charles Baudelaire cuyo homónimo poema es el acta de nacimiento de una nueva lírica, la moderna, a través de la sugestión por asociar nuevos sentidos del significante y del significado, abrir el sentido a su polisemia y asumir, en ese momento, otra novedosa hermenéutica, a saber, la disonancia. El poeta francés instauraría nuevos procedimientos temáticos e inaugura el programa lírico del siglo XX. Igualmente, la mística lleva el camino de las correspondencias a través de las relaciones microcósmicas y macrocósmicas; no obstante, estas nuevas correspondencias del siglo XXI transfiguran campos textuales, territorios históricos de varias tradiciones, escenarios de tiempos, inclusive, disociando el tiempo en la escritura y el tiempo de la enunciación con el tiempo empírico del lector.

El poemario está segmentado en cuatro momentos: a) Quod est inferius es sicut quod est superius, et quod es superius es sicut quod est inferius; b) Obscurrum per obscurius; c) Heimarmene; y, d) Piedra de sacrificio. Al final del libro, al parecer de manera aislada, pero intencional se lee un Postscriptum o, bien, lo que llamaría memoria del poema. Entonces, pues, la obra en cuestión es una archiescritura tal como la entiende Jacques Derrida: inscripción como estado de la significación y posibilidad del lenguaje. Esto es así, como el pasaje de un espacio (sección) a otro, ocurre como una manifestación de la parodia o el pastiche en el cual el sujeto modal orquesta las voces. El poeta presenta varios registros poéticos. El poema barroco, testimonial, de denuncia, el uso de léxico en otras lenguas y el manejo del español antiguo. Todas estas posibilidades del lenguaje y diseminaciones del poema, abren un universo lingüístico apoyado, muchas veces, de la cultura y la historia universales.

La poesía del autor transita por un culteranismo lírico, un barroco lírico. Acaso el envío desde la voz del sujeto de la enunciación hacia otras tradiciones. Las relaciones atemporales y espaciales a las que se aluden difícilmente serán comprensibles si no hay un conocimiento sobre religión, historia y literatura. Existe una recreación de los pasados poéticos.

En el caso de Quod est inferius es sicut quod est superius, et quod es superius es sicut quod est inferius, hay una referencia geográfica muy clara, definida por el mismo nombre que comparten varios poemas de dicho apartado: Constantinopla. Turquía fue en algún momento de la historia el punto de encuentro entre Europa y Asia, y ha sido el bastión de la cristiandad, así como la heredera del mundo grecolatino. El autor coloca su poema, de inicio, en la encrucijada del mundo, en la cruz de las lenguas romances.

Obscurrum per obscurius está colocado e impostado como un castellano que recuerda el endecasílabo y el heptasílabo bajo el respiro del amor y el desamor. El tono vacilante es de un sujeto que desespera, un simulacro de voz o voces que, ciertamente, ocupan la mayor parte del libro. Heimarmene es la diosa de las causas y efectos, además quien da sentido al universo entero, algo ciertamente central para el desarrollo de varias teorías filosóficas como principio para explicar el mundo metafísico y ético. Y es que este poemario sí manifiesta momentos metafísicos, es el lenguaje mismo, en principio, reflejo de explicación de causas y efectos para la manipulación a efectos de los estilos, en otras palabras, la delimitación de sentidos vuelve polisémico a las Correspondencias desde sus significantes. No es el sentido, sino el esparcimiento del volumen lingüístico lo que hace del espacio textual algo híbrido, o como he dicho en otro momento, la diáspora del sujeto lírico que no es necesariamente el sujeto empírico (autor) ni el sujeto exclusivo del poema.

 

Piedra de sacrificio es el texto testimonial, la nota al día de sucesos, efectivamente, reales. Esta deriva puede ser desde la nota periodística, la voz que anuncia el hecho a la distancia de quien escucha y lo vuelve poema, hasta el encabezado leído en otros medios. El poema “La democracia mexicana” es también el cuerpo del poema total: la disipación y desprendimiento de sus partes.

El momento último del poemario es un escrito u hoja de diario que ocurre en el tiempo presente. ¿Entonces qué era lo anterior? Las Correspondencias son el vínculo en varios puntos temporales y espaciales de la textualidad cuya unidad es heterogénea, disonante en la enunciación, y dispersa la escritura en direcciones de tal modo que, siempre está presente una huella o una marca del pasado, las tradiciones poéticas, que integran el origen y el sentido de nuestro presente poético.

El lector tiene en este poemario un ejemplo claro de un tipo de poesía contemporánea que reelabora los pasados líricos a partir del pastiche, la voz en el poema que integra tiempos, tanto de la historia, como del texto y del mundo empírico del autor. Las Correspondencias del poeta Alí Calderón realizan lo que en distintos momentos ha dicho, la escenificación del momento postutópico de la poesía panhispánica.+