La relación más influyente en Picasso
Pablo Picasso se caracterizó por tener una actitud predominantemente machista, como su padre. De pequeño, fue muy querido, casi venerado, por su madre, María Picasso, por haber sido el único hijo varón y primogénito que tuvo la familia. Creció como un niño malcriado y convivió con un círculo familiar donde predominaban las mujeres, pues su padre lo dejaba para irse a trabajar.
Pablo, como muchos otros niños, intentó imitar a su padre. Éste quería tener renombre como artista, pero, quizá como una ironía del destino, nunca logró trascender o no como lo haría su hijo. Pablo, aún de muy corta edad, se esforzaba por tomar un lápiz y dibujar como su padre, incluso antes de aprender a hablar. De hecho, la segunda palabra que aprendió, después de mamá, fue un balbuceo en el que se refería al lápiz con el que quería dibujar.
Otras de las cosas que hicieron juntos el joven Picasso y su padre fue disfrutar de la tauromaquia. El ritual del hombre imponiéndose ante la bestia fue algo que impresionó profundamente al pintor que, conforme pasaban los años, perfeccionaba su técnica constantemente. Durante el año de 1895, Picasso realizó una de sus primeras obras sobre un gran lienzo que lleva por título “La primera comunión”.
Pablo Picasso falleció el 8 de abril de 1973 en su casa de Mougins, Francia.+