El rebozo. Made in Mexico
Después de su gran éxito en el Fashion and Textile Museum en Londres el verano pasado, la exposición "El Rebozo. Made in Mexico" llega al Museo Franz Mayer a deleitar al público mexicano.
La exhibición cuenta con rebozos de las colecciones del Museo Franz Mayer y del Museo Textil de Oaxaca, además de rebozos de colecciones privadas que no se han exhibido anteriormente al público en México. A continuación les presentamos la entrevista con Hilary Simon, curadora de “El Rebozo. Made in Mexico”.
¿Por qué el rebozo?
El rebozo es una prenda exquisita, única en México, que merece celebrarse debido a las técnicas que se practican con gran habilidad y maestría para producir tan hermosa pieza. Es una prenda históricamente documentada en litografías, pinturas y fotografías. Importantes mexicanas lo usaron, como por ejemplo la bien conocida China poblana. Frida Kahlo lo usó y tuvo una maravillosa colección, como hizo la artista María Izquierdo. Un rebozo tradicional es una prenda que se teje a mano en un telar de cintura, con un diseño “ikat” y flecos anudados a mano.
El diseño y fabricación del rebozo es diferente en cada región de México. El rebozo de seda más fino viene de Santa María del Río, San Luis Potosí, y el rebozo de algodón más conocido viene de Tenancingo, Estado de México. Hay de lana y algodón hechos en Oaxaca, Puebla y Chiapas, por mencionar unos cuantos. Recientemente, el rebozo de artisela se produce como una alternativa más económica. Esta espléndida prenda debe mantenerse como parte de la identidad mexicana y porque posee varios usos prácticos, como para cargar a un bebé.
¿Qué retos enfrentaste para llevar a cabo la exposición?
Los retos fueron inmensos. Yo era una novata, que fue una ventaja porque no me di cuenta de las dificultades. Perseveré y trabajé cada problema conforme surgía. Los lugares, el contenido y el financiamiento fueron obstáculos que se superaron después de cinco años. La Fundación Anglo-Mexicana fue mi principal apoyo y la directora de Anglo Arts, Susana Champman, creyó en el proyecto y me apoyó de todo corazón. Con sus expectativas, Manuel Diez Cebrian, el entonces jefe de turismo, me estimuló e impulsó hasta el límite. Los retos son demasiados como para mencionarlos, pero el resultado sobrepasó por mucho mis expectativas. Agradezco a todos los que me apoyaron.
¿Cómo fue la experiencia que vivieron en el Fashion and Textile Museum en Londres?
La exposición fue un gran éxito. Atrajo a un público muy amplio, tanto para la exposición como para las pláticas y talleres relacionados con el rebozo. Había más de mil visitantes al mes. El museo estaba encantado por tener la primera exhibición mexicana en un edificio diseñado por el arquitecto mexicano Ricardo Legorreta. Zandra Rhodes le pidió al arquitecto que diseñara el museo. Tuvo tanto éxito que a las autoridades del museo le gustaría seguir trabajando proyectos futuros con México.
Si esta exposición fuera un libro, ¿de qué tipo de sería?
Sería el libro de referencia más fino, glorioso y a todo color, con imágenes de la impresionante colección de rebozos antiguos del diplomático belga Robert Everts y la más reciente colección de Ruth Lechuga. Reuniría todas las colecciones de rebozos con fotografías y litografías de los fotógrafos que participaron, como Graciela Iturbide, Antonio Turok, Pedro Valtierra, Pablo Aguinaco, Lourdes Almeida, Tom Feyer, y el trabajo de pintores como Pedro Diego Alvarado, Barbara Rae RA, y la famosa María Izquierdo. El libro tendría imágenes e ilustraciones a tamaño completo. Es una pena que no se editara un libro, pues sería un documento de la exhibición, del esfuerzo y del contenido excepcional gracias a todos los artistas participantes.
¿Qué vivirá el espectador en la exposición?
El espectador verá la historia del rebozo hasta el presente. La manera en que el rebozo es fabricado y usado hoy en la vida diaria. El rebozo en la vida moderna de la mujer contemporánea. El viaje de la vida a la muerte con el rebozo y los puntos de referencia que han hecho del rebozo una obra maestra histórica. La exhibición del rebozo tradicional en todo su esplendor. Todo lo anterior en un atractivo entorno para realzar cada una de las piezas.
¿Qué pieza tiene mayor valor tanto sentimental como económico?
Para mi es el “Autorretrato” de María Izquierdo. Esta pintura fue declarada tesoro nacional por el gobierno y fue adquirida recientemente por el coleccionista privado Andrés Blaisten. Me tomó tres años conseguir sus datos de contacto y no fue sino hasta la última hora que obtuvimos su permiso para contar con la obra. Sentí que la exposición quedó completa con esta pintura. Lo más emocionante para mi fue cuando colgaron el cuadro en Londres. Fue todo un reto porque la pintura llegó dos días antes de la inauguración. Ella tenía que estar ahí, por encima de todo lo demás. Hay numerosos artículos que pueden responder a qué es lo más valioso. Me imagino que la colección de Robert Everts en el museo Franz Mayer debe ser invaluable y es un tesoro nacional.
¿Qué te aportó esta actividad cultural?
La exposición me dejó una profunda conexión con México y con los magníficos artesanos que tuve el privilegio de conocer. México me recibió con calidez y un enorme apoyo. Prosperé con esta experiencia increíble y trabajé con una nación de talento excepcional. Ha sido un viaje de aprendizaje y trabajo con los expertos más excepcionales en todos los campos.
Mascultura 27-jul-15