“El miedo es un bien logrado por la mente”: Entrevista con Daniel Habif

“El miedo es un bien logrado por la mente”: Entrevista con Daniel Habif
26 de diciembre de 2019

Oriundo de Mazatlán, Sinaloa, Daniel Habif desde pequeño fue abriéndose paso en la carrera de la actuación. Desde la televisión, el teatro y la publicidad, este personaje mexicano se ha interesado por influenciar su entorno y la vida de quienes lo rodean. Recientemente publicó su libro titulado Inquebrantables, editado por Harper Collins, que va más allá de ser un libro de superación personal como erróneamente podría catalogarse. El libro busca inspirar al lector a mirar más allá de sus circunstancias actuales para crear la vida que desean vivir, además de reunir y expandir los mensajes de inspiración que mayor impacto han tenido y que mejor representan a Daniel como orador motivacional; y para profundizar en el tema, hemos conversado con el autor.

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¿Quiénes son los ‘inquebrantables’?

Aquellos que buscan una mejora continua, que no se detienen ante el miedo; los valientes que dejan ir la ira, los que utilizan el dolor como un maestro, quienes saben que son más importantes otros, ellos que están dispuestos a vivir riesgos en su vida, que no son santos ni perfectos, los que no siempre están preparados, pero siempre están dispuestos; los que aman profundamente, los que ayudan sin miramientos. Es el ser humano, es inquebrantable.

¿Qué es lo contrario a un inquebrantable?

Alguien que solo piensa en sí mismo, aquel que piensa que es el más grande del mundo y por consecuencia, su mundo es el más pequeño; quién no deja ir una tristeza, que odia, que se burla, que envidia, el que traiciona; quien no apela a la bondad, a la generosidad, al perdón. Aquel que sabe que está haciendo mal y aun así lo hace. El que vive en la necedad, cuando sabe que es urgente cambiar, aquello que no se apega a lo moral, a los valores. Aquellos que son muy lentos para hacer el bien y muy rápidos para hacer el mal, eso es lo contrario a un inquebrantable.

¿Hacia quiénes está destinado el libro?

No lo escribí para alguien en específico. No es un texto académico ni un texto que abogue por un arquetipo o una ideología o a un dogma. Es un libro que está hecho de mil fragmentos míos. Creo que le habla más a las cosas universales como el amor, los estados de soledad, la incertidumbre, le habla más al estado por el cual el ser humano puede pasar en algún momento de su vida. No es un libro que mire a oficios ni vocaciones, ni le habla a la brillantez ni al intelecto del ser humano. Es un libro escrito desde la profundidad de mi corazón. Es un libro que te empuja a dejar de leerlo lo más antes posible, es un libro que empieza por la última página. Si lo que la gente quiere es leer un libro, pues en la primera página lo terminó. Si lo que quiere es tener un número, pueden decir que lo terminaron en la primera hoja.

Antes de escribir el libro, ¿quién era Daniel Habif? ¿Quién es ahora?

Me cuesta ser el mismo durante 24 horas, imagínate. Hay muchos yos en mí y a todos los dejo hablar. Mi forma ha cambiado, mi fondo ha sido exactamente el mismo. Sigo siendo un soñador, sigo siendo un niño. Sigo siendo alguien que quiere utilizar los dones que me fueron entregados. Soy un kamikaze de la vida, soy alguien que no hace uso de las etiquetas, siento que las etiquetas definen y definir es limitar. Soy alguien que, si tengo ganas de algo, encuentro la forma de conseguirlo, no sé si porque me lo merezco o porque tenga el talento. Me atrevo a ir más allá de las complacencias. Ese es Daniel Habif.

¿En qué trayecto del camino te encuentras ahora?

En un desierto, caminando en muchísimas incertidumbres. Me gusta porque está sacando los fragmentos que estaban guardados en mí, pero, si tuviera que definir una temporada, podríamos decir que soy otoño y eso me gusta. Me gusta saber que puedo escuchar las hojas secas que truenan dentro de mí. Esa es la temporada en la que me encuentro, por lo menos.

¿Cuáles fueron tus principales referencias para escribir el libro?

He sido siempre inspirado por la Biblia por las alegorías, por las metáforas, por las parábolas y por los personajes que forman parte del texto bíblico. Esos son los hombres que más me han inspirado. Esos personajes imperfectos que me han inspirado, tan incongruentes, pero tan atrevidos como los Pablos, los David, esos son aquellos que me han motivado, obviamente Cristo.

La depresión es considerada la enfermedad de este siglo, ¿qué le dirías a una persona que sufre depresión?

Que la suelte. Que sonría como tú sonríes. A lo mejor va a sonar que estoy minimizando la depresión o que estoy siendo brutalmente irresponsable. Tenerla duele, pero sostenerla duele más. Siempre he creído que la oración y la meditación son herramientas fundamentales para vincular y reconectar nuestras capacidades emocionales como nuestras capacidades mentales y espirituales. La depresión suele ser una adicción porque genera placer y dolor. También diría que buscase la mejor fórmula para combatirla, ya sea acercándose a un psicólogo. Creo que lo más importante es saber que la depresión es una prueba divina, y que el dolor suele darle también sentido a la vida. Más que huir de la depresión hay que ver qué es lo que la depresión quiere enseñarnos de nosotros mismos. Todas estas caras mentales pueden convertirse en maestros redentores, en nuestra guía. Yo soy alguien que ha aprendido a mirar la flor en el fango. Siempre he buscado la belleza en aquello que está roto. Hasta la desesperanza puede llegar a hacerte creativo y por medio de la creatividad, se puede descubrir cómo salir de la depresión. Es un concepto amplísimo lo que me acabas de preguntar, podríamos pasar años debatiendo acerca de eso.

El miedo es una de las barreras que nos impide seguir en la búsqueda de obtener nuestras metas. ¿Cómo podemos saltar esa barrera?

¿Realmente la quieres saltar? Yo creo que el miedo es un bien logrado por la mente, me parece que no estar asustado es lo que te amarra, lo que te mantiene en un estado de pasividad, y eso a largo plazo suele convertir la mente en un caos. Una mente que se renueva es un museo de milagros. Aquel ser humano que abrace la libertad espiritual es casi indetenible. Si no tienes miedo es porque probablemente no valga la pena hacerlo. Esos miedos que tú sientes te empujan a dar los pasos más dignos que has dado en tu vida. Si un sueño no hace que te mueras de miedo, ¿realmente se le pueden llamar sueños?

¿Cómo las personas pueden encontrar motivación?

Mirándose al espejo: están vivos. Eso tiene que ser más que suficiente para salir ferozmente a la vida. La motivación es decisiva. Uno tiene que encontrar su pasión, que redescubrir su propósito de vida y hacerse responsable de ese fideicomiso que es tu cuerpo, tu mente, tus talentos. Hay que aprender a utilizarlos. La felicidad es un estado que exige al ser humano mucha disciplina, mucha visión, mucha entrega. Si estás triste: contempla. Toma un gato y que te ronronee, eso es felicidad.

¿Qué es lo que te motiva día a día?

Dios. Soy un hombre que piensa que hay un lugar donde todos los dolores y todas las promesas tardías y las tristezas e injusticias del mundo toman sentido; me motivo a vivir antes de llegar a ese lugar. Motivo a la persona de 60 años que retoma su capacidad de asombro, a un niño, un matrimonio que decidió perdonarse, a una madre que perdonó a su hijo, por algo que se encontró en una conferencia o en un libro. Eso me mantiene motivado para seguir adelante, cuando ya no quiero hacer lo que hago.

¿Crees que todas las personas tienen un potencial?

Por supuesto. No hay nadie como tú en toda la materia del universo, imagínate si el ser humano aprendiera a mirar su singularidad, su particularidad, el poder de la unicidad, se encontraría con el poder más profundo que tiene de ser quien es y de ser quien le tocó ser. Si comparas tus talentos con el de Messi, para jugar futbol, pues ya te imaginarás, pero si comparamos a Messi con tus talentos para entrevistar, es otra cosa. Yo creo que todos tenemos un poder que sostiene al Cosmos. Es el mismo poder que yace en el corazón del ser humano.

‘Inquebrantables’, además de ser un libro, es una canción, es un movimiento, entre muchas cosas más. ¿Podrías platicarnos por qué nació la idea de adaptar este concepto a distintos formatos?

Porque creo que ‘Inquebrantables’ es una palabra que, de forma particular, puede provocar en ti emociones muy proactivas. Es un proyecto mucho más amplio en el horizonte. Para mí esto ha sido una comunidad estimulante. Es comprometerse con la educación espiritual y emocional de las próximas generaciones, que son las que más me apasionan a mí. Soy alguien que piensa que deben hacerse reformas educacionales y buscar amplificar estos mensajes por todos los medios, musicalmente, en libros, en conferencias y no encerrarlo en un cajón. Quiero profundizar con este proyecto de una forma de poder educar a líderes y mentores y no a más empleados. Tengo que encontrar todos los caminos habidos y por haber para seguir difundiendo el mensaje.

¿Qué proyectos estás trabajando actualmente?

Estoy trabajando mi proyecto musical, lo cual me tiene entusiasmado. A mí me apasiona de una forma profundísima la música, también trabajo con dos proyectos de plataformas sociales, con el proyecto de las cárceles de México que llevan a la ridiculización del ser humano con la sociedad, que buscan no potencializarlos y enseñarle a la sociedad que las personas de la cárcel pueden ser y hacer más. También el proyecto de ‘El Cartel del bien’ está dedicado a sacar a jóvenes del narcotráfico. Lo que estoy haciendo es filtrar el bien en el mal como el mal se filtra en el bien. Estoy haciendo ese contraataque, pero con mi bien.

¿Por qué las personas deben de leer tu libro?

La verdad no lo sé. Yo creo que todo mundo debería de leer todo, aunque no sea lo más te entusiasme. Si te gusta la ficción deberías leer otras cosas que no sean ficción; si te gusta leer sobre yoga deberías leer sobre cosas que no sean sobre yoga. Lo más importante de leer es la amplitud de tus creencias, de tus acciones y de tus convicciones. Por eso te digo que el libro no es un postulado ni un libro académico. Es un libro que quiere ir más allá de lo ordinario, que busca los sueños gigantescos. Me imagino que han de existir miles de personas como yo en el mundo y pues este libro es una carta para ver si nos encontrábamos en el camino.+