Reúnen en un volumen único todos los cuentos del mexicano Carlos Fuentes
La editorial mexicana Fondo de Cultura Económica (FCE) ha reunido todos los cuentos del escritor Carlos Fuentes (1928-2012) en un único volumen, una obra que pretende alentar a la lectura de unos textos magistrales "que no se conseguían fácilmente".
"Para muchos lectores ahí está el mejor Fuentes, el que más se acerca a hablar de tú a tú desde la voz del personaje al lector y en el lector", dijo en entrevista el editor de literatura del FCE, Omegar Martínez.
El también compilador y autor del prólogo de Cuentos completos (FCE, 2013) explicó que los cuentos reunidos fueron "publicados en colecciones, antologías o por sí solos".
Escritos entre 1949 y 2010, los textos están ordenados de manera cronológica a lo largo de las 944 páginas de la recopilación y debidamente documentados, señaló Martínez.
"El cuerpo de la obra novelística de Fuentes es mucho más amplio de lo que cabe en un volumen pero los cuentos, siendo lo más destacado y alguna de sus muestras narrativas más interesantes, es fácil compilarlos y mostrar toda una faceta de Fuentes desde que empezó a escribir hasta casi el último libro que publicó", indicó.
Desde el primero, "Pastel rancio", publicado en el semanario Mañana cuando Fuentes tenía 21 años, hasta "Salamandra", "El arquitecto del castillo de If", y "El dueño de la casa", publicados en el libro "Carolina Grau" (2010), todos son considerados cuentos ya sea por su extensión o porque así los distinguió el propio autor.
Los temas, explicó el editor, se repiten con frecuencia: "la preocupación por el origen de lo mexicano; la relación entre América y Europa; el problema de las distinciones de clase, que le preocupaba mucho; el problema de la ciudad; y sobre todo lo gótico, lo extraño que está siempre detrás de todos los personajes".
Hay algunos poco conocidos como "Pantera en jazz" (1954) y otros que vieron la luz reunidos en volúmenes como "Los días enmascarados" (1954), "Cantar de ciegos" (1964) y "Agua quemada" (1981).
Martínez explica en el prólogo que novelas como La región más transparente, Gringo viejo, Cristóbal Nonato, Terra Nostra o La muerte de Artemio Cruz son ya "clásicos y referencias obligadas en el disfrute y conocimiento de la literatura mexicana, latinoamericana y universal", pero que los cuentos aportan elementos nuevos.
En ellos se revela el autor "en su fase más experimental, sin miedo a los géneros y subgéneros, como al más clásico, abordando y deconstruyendo temas y tópicos literarios con soltura y desde su inconfundible y dadivoso estilo", apuntó.
Detalló que es ahí donde Fuentes "presenta y se auxilia de los más inusitados puntos de vista, juegos temporales y vueltas laberínticas, donde las historias son simultáneamente de instantes y de eternidades", y en ellos coexisten "personajes sencillos en situaciones profundas" y "grandes actores en situaciones modestas".
Por todo ello, dijo, la esencia literaria de Carlos Fuentes habita precisamente en sus cuentos, que son además un género literario de los más sobresalientes de los grandes autores del "boom latinoamericano", al que perteneció el autor mexicano fallecido en 2012.
"Yo creo que (ahí) es el más libre, el que se permitía hacer más cosas experimentales. De por sí sus novelas lo son (…). En los cuentos se ven atisbos a juegos narrativos que serían difíciles de integrar a una novela", señaló Martínez.
Además, en los relatos cortos está también "el más mágico, no en el sentido del 'realismo mágico', sino en el de que, como mago, aparece" y saca "una situación completamente inesperada, pero que es verosímil", comentó.
El mexicano Carlos Fuentes, fallecido el 15 de mayo de 2012 a los 83 años, es considerado uno de los escritores más importantes de las letras hispanas de las últimas décadas.
Imagen: Carlos Fuentes durante una firma de libros dentro del Foro Expresarte de Librerías Gandhi Mauricio Achar México 2012.
México, 25 abr (EFE)