Concluye el Foro Movilidad e Integración Cultural
30 de junio de 2020
Hablar de que existe un solo México es imposible, pues cada grupo étnico y social, cada región conforma un caleidoscopio de lo que hoy llamamos identidad. Así arrancó el Foro Movilidad e Integración Cultural, en el marco de la Cátedra Internacional Inés Amor.
La primera charla, transmitida a través de video se tituló “La construcción histórica de ‘lo mexicano’ y fue moderada por Jacobo Dayán, coordinador académico de la Cátedra Nelson Mandela de Derechos Humanos en las Artes. En esta plática se escucharon los puntos de vista de los historiadores Alejandro Rosas y Ana Sofía Rodríguez, además de la antropóloga Sandra Rozental, sobre cómo nuestro país, desde que fue fundado ha buscado su identidad.
El punto de arranque fue responder la pregunta: ¿Qué se entiende por lo mexicano? Ana Sofía Rodríguez considero que el tema se puede enfocar desde diversos ángulos, ya sea el geográfico, social, lingüístico, estético e incluso de género. Comentó que la dimensión acerca de la construcción de lo mexicano se elabora a través de narrativas históricas.
Por su parte, Sandra Rozental expuso que nuestro país ha usado el patrimonio indígena como una de las claves para construir la identidad y aplanar las diferencias. La herencia del pasado prehispánico, sin embargo, se imagina como algo homogéneo.
Alejandro Rosas comentó que llevamos más de 4 mil años de historia indígena, por 300 años de Virreinato y 200 como México independiente. Precisamente en estos últimos 200 años se da la construcción de la narrativa de lo que es la identidad mexicana.
Rodríguez realizó la precisión de que los ciudadanos no solo recibían los discursos emanados del poder en la construcción de esta narrativa, pues en varios momentos el mismo poder ha lidiado con la memoria colectiva, por lo que es importante combatir los discursos maniqueos, simplistas y emanados del poder.
Rozental puntualizó en ese sentido que las instituciones son incapaces de renovar y replantear sus discursos. Pruebas de ello, son la narrativas usadas en el Museo Nacional de Antropología e Historia para decirnos lo que es México. Instalados en un indigenismo posrevolucionario de mediados del siglo pasado.
Rosas planteó que si no entendemos a la historia como algo que se reinterpreta constantemente, difícilmente se llegará a conclusiones sobre lo que nos da identidad. No solo hay cielo e infiernos, sino que existen muchos matices, además de darnos cuenta de que el Estado no es el generados exclusivo de identidad, solo es uno de los elementos que contribuye a ese propósito.
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