Cine y Literatura: unas veces bien, otras no tanto…

Con "Saving Mr. Banks" ("El Sueño de Walt Disney") el séptimo arte dedica su particular tributo a aquellos autores decepcionados cuando su novela se ve adaptada a la gran pantalla y, aunque hoy muchos escritores ni se atreven a ceder sus derechos, también hay excepciones que aplauden y reconocen que, por una vez, la película ha sido mejor que el libro.

Las quejas de la escritora P.L.Travers sobre la adaptación cinematográfica de su "Mary Poppins" no tuvieron nunca mayor eco que el filme original. 50 años después, Disney rinde su particular disculpa a la autora con "Saving Mr. Banks", una cinta que recrea aquellos convulsos días protagonizada por Emma Thompson y Tom Hanks.

Esta serie de encontronazos entre un director de cine y el autor de la obra que se adapta resultan frecuentes. Michael Ende puso el grito en el cielo con "The neverending story", inspirado en su célebre novela homónima, y clamó que los cineastas responsables "no habían entendido el libro en absoluto", ya que la única intención con la orquestación de esta película habÌa sido "ganar dinero".

Roald Dahl tampoco quedó muy convencido de la primera versión de "Charlie and the chocolate factory", tanto por el protagonista, Gene Wilder, al que consideraba "pretencioso y poco alegre" para ser Willy Wonka, como por los cambios de guion o algunos numeros musicales, tal y como cuenta Donald Sturrock en "Storyteller", la biografía autorizada del autor de "Matilda".

Los autores enfocados al público adulto también han tenido sus distintos vaivenes con los directores y los cineastas a la hora de traducir una historia escrita al lenguaje del séptimo arte, algunos con posturas verdaderamente extremas.

El polémico Bret Easton Ellis ha llegado a renegar de todas las adaptaciones de sus novelas, incluso de la popular "American Psycho", mientras que Ken Kesey despreció en toda su vida "Alguien voló sobre el nido del cuco", pese a que la cinta ganara, entre otros, el Oscar al mejor guión adaptado.

Tal vez el caso más célebre sea el del escritor J. D. Salinger, que profundamente decepcionado ante el melodrama amoroso "My Foolish Heart", cinta basada en su cuento "Uncle Wiggily in Connecticut", se negó para siempre a ceder sus obras al cine, para disgusto de los fans de "The Catcher in the Rye", que confían en ver algún día una versión fílmica de los avatares del antihéroe Holden Caulfield.

Otro escritor radical contra los largometrajes de sus obras es Alan Moore, que se ha manifestado abiertamente contrario a cada acercamiento del séptimo arte a su particular imaginario, aplaudido por la crítica en "From Hell", "V for Vendetta" y "The League of Extraordinary Gentlemen", entre otros cómics.

Pese a todo, muchos escritores tratan de ser conciliadores cuando hablan de las versiones cinematográficas de su libro. Stanislaw Lem, bien poco convencido del "Solaris" dirigido por Andrei Tarkovski, siempre ha considerado "un genio" al realizador.

Por su parte Noah Gordon, confesó que al principio no le gustó la cinta de "El médico", pero después aceptó el esfuerzo que los cineastas hicieron en "meter en una película" esta historia tan larga.

Con una filmografía de tan solo trece películas, Stanley Kubrick atesora por comparación el mayor número de choques con los escritores de las novelas que adapta, dada su tendencia a las versiones más libres, como hizo con el thriller político "Red alert", de Peter George, al que transformó en la comedia "Dr. Strangelove or How i learned to stop worrying and love the bomb".

La fructífera colaboración con Arthur C. Clarke para dar vida a "2001: A Space Odyssey" supone la única excepción en una trayectoria en la que ni siquiera cuando daba plena libertad se evitaban los problemas.

El guion de "Lolita", firmado en solitario por su autor original, Vladimir Nabokov, se alejó con mucho de la novela germinal, y el escritor, aunque no decepcionado, admitió haber acabado "exhausto" de trabajar con el director de "Espartaco".

Peor suerte corrió el tratamiento de "A Clockwork Orange", de Anthony Burgess, una novela que suprimió el último capítulo en su traducción para Norteamérica, crucial para la evolución del personaje principal, Alex; y que dio pie a un texto sobre el que Kubrick trabajó para crear uno de sus trabajos más sonados y polémicos, para bien y para mal.

En posteriores reediciones del libro, Burgess incluyó una introducción en la que hablaba de la cinta basada en su fábula, que "de buena gana repudiaría, por distintas razones", y en la que se confesaba frustrado por el éxito del director, que gozaba "tranquilamente de la mala recompensa por su mala conducta".

Pero sin duda las discrepancias más enconadas e irreconciliables de Kubrick con un escritor fueron durante el rodaje de "The shining", en la que llegó a discutir en numerosas ocasiones con Stephen King.

El escritor hoy no deja de desacreditar el que es, para muchos, un clásico del cine de terror, con declaraciones en las que arremete contra el realizador, los actores protagonistas o varias de las escenas que la película incluyó y que no estaban en la novela original.

Precisamente King, uno de los autores vivos más adaptados al cine, no tiene problema en admitir cuando una película está por encima de sus técnicas narrativas. El autor ha aplaudido las versiones cinematograficas, entre otras, de sus novelas "The Green mile", "Apt Pupil", "Misery", "Stand by Me" o "The Shawshank Redemption", considerada hoy la mejor película de todos los tiempos.

El cambio de guion que Frank Darabont hizo en "The Mist" le gustó tanto que deseó que se le "hubiera ocurrido" a él, cuando el nuevo final de la historia caló tan hondo en los espectadores y elevó una convencional aventura de monstruos a nuevo clásico de culto.

En la misma línea reaccionó Chuck Palahniuk cuando vio el producto terminado que David Fincher filmó en 1999 con "The Fight Club".

La cinta con Brad Pitt y Edward Norton aportó un mayor énfasis en el aspecto romántico de la trama, lo que hizo que el novelista, rendido ante el filme, confesara en una entrevista que el libro le "avergonzaba", en comparación con la película.

Por su parte, Anne Rice pasó del odio más visceral a la adherencia más entusiasta con la adaptación de "Interview with the vampire", un cambio de ideas debido sobre todo a sus iniciales reparos a Tom Cruise en la piel de Lestat, uno de los vampiros principales. 

Tras ver la película, Rice escribió una extensa carta etiquetándola como "perfecta" y "extraordinaria", texto en el que además sostenía que el protagonista de "Top Gun" sería inmortalizado por este papel, "del mismo modo que se recuerda al Hamlet de Olivier".

EFE-Reportajes.

Imagen: Fotograma de la película "The shining", de Kubrick.
Mascultura 23-Ene-14