Experiencia y juventud

Es muy común escuchar que los jóvenes no encuentran trabajo porque les falta experiencia y que los adultos, cuando rebasan cierta edad, tampoco son contratados porque ya se pasaron de tueste. ¿Entonces? ¿Cuál es el punto medio entre uno y otro extremos? Experiencia y juventud son dos conceptos en lucha o en colaboración permanente, como el presente y el pasado que nunca se desligan del todo. La experiencia puede representarse como un maestro que nos enseña a andar por un camino, el que mejor conoce, el que ha recorrido una y otra vez. Sin embargo, cuando se llega al final, el maestro nos deja ahí para que empecemos, por nuestra cuenta, a explorar una nueva ruta. Hemos dejado de ser jóvenes y ahora nos toca enseñarle a alguien más los atajos y los peligros, si es que existen.

Claro que experiencia y juventud poseen sus lados negativos: es chocante cuando alguien receta el consabido “En lo que tú vas, yo ya fui y vine”, para dejarnos claro que somos unos niños que no sabemos nada de la vida. Los jóvenes, por su parte, no se quedan atrás: poseedores de una gran potencia imaginativa y física, suelen hacer alarde de sus fortalezas, pero cuando cometen un error o se pierden en el hipotético camino que hemos descrito antes, no les queda más que pedir ayuda para salir del atolladero. Dante tuvo como maestro a Virgilio; Cándido al doctor Pangloss; Adso a Guillermo de Baskerville. ¿Recuerdan a sus maestros más significativos?

Muchos escritores produjeron sus mejores libros siendo jóvenes, como Rimbaud o Raymond Radiguet; o ya entrados en plena madurez como Charles Bukowski, Henry Miller o Raymond Chandler. Lo cierto es que como dice Bef en su columna mensual: “No cabe duda, el del escritor es un oficio de viejitos: entre más pasan los años, mejores se vuelven”, refiriéndose a Kurt Vonnegut, su escritor favorito de todos los tiempos.

En el cine hay muchos maestros o guías entrados en años: Yoda u Obi-Wan Kenobi de Star Wars; Gandalf en El señor de los anillos, o el señor Miyagi, maestro de maestros que aparece en Karate Kid, película ochentera en la que experiencia y juventud van de la mano. Si no lo creen, pregúntenle a Daniel-San.

Mascultura 03-ago-15