El accidente de Burroughs
Los accidentes suelen marcarnos a todos, principalmente con la experiencia, en teoría, para evitar cometerlos una segunda ocasión. Otros accidentes nos cambian la vida –o acaban con ella–, como le sucedió al escritor William Burroughs y a su esposa, mientras vivían en México, durante la década de los años cincuenta.
William Burroughs formó parte de la Generación Beat, junto con Jack Kerouac y Allen Ginsberg. Nació el 5 de febrero de 1914 en Estados Unidos. Durante su estancia en México, tuvo la suerte de pisar una de las cárceles más famosas del país, nacionalmente conocida por haber sido el lugar que encubrió los asesinatos de Francisco I. Madero y Pino Suárez, durante la decena trágica: Lecumberri. La razón por la que estuvo recluido fue el asesinato accidental de su esposa, Joan Vollmer.
La historia es que, dentro de la vorágine de una tremenda borrachera, Burroughs le pidió a Joan que colocara un vaso sobre su cabeza, con el fin de dispararle al objetivo que portaría su esposa. Balas y alcohol no siempre funcionan cuando se combinan y el resultado de aquella anécdota fue la muerte de la esposa del escritor beat.
Sólo fueron catorce días de cárcel. Posteriormente, Burroughs salió del país. Durante su viaje por Sudamérica le escribió en una carta a su amigo Allen Ginsberg: “Estoy en Lima, que es lo bastante parecida a México como para ponerme nostálgico. Para mí México es mi casa y no puedo ir allí. Recibí carta de mi abogado: he sido sentenciado en ausencia. Me siento como un romano exiliado de Roma.”
El autor de El almuerzo desnudo y Yonqui, que vivió en cierto aislamiento a partir de los años ochenta, falleció repentinamente el 2 de agosto de 1997. Hoy cumpliría ciento dos años, por lo que a este escritor y amante de los gatos le decimos ¡felicidades!
Con información de: Cartas del Yage. William Burroughs y Allen Ginsberg.
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MasCultura 5-feb-16