Artículo: Cuatro lecturas extraordinarias sobre gente común

Recordemos la canción de Pulp, “Common People”, en la que un chico proveniente de la osada clase media conoce a una niña rica que se pregunta cómo sería vivir como los demás. Él la lleva, como si se tratara de una visita al museo, a dar un paseo por el supermercado. Lo que empieza como una inocente situación de ligue termina con la voz de Jarvis Cocker cargada de escepticismo: ¿Estás segura de que quieres vivir como la gente común?

Tendemos a pensar que el rockstar es perfecto porque es inalcanzable. No obstante, aquí les traemos cuatro lecturas que comprueban exactamente lo contario: las estrellas tienen mucho que decir sobre malos ratos.

Si lo que quieren es tener un punto de partida sólido antes de enfrentarse cuerpo a cuerpo con las celebridades, es muy probable que Yeah! Yeah! Yeah! La historia del pop moderno, de Bob Stanley, les venga como anillo al dedo. Este libro es una revisión, fluida y a la vez exhaustiva, de la historia de la música popular moderna desde los cincuenta hasta el día de hoy. Lo valioso del libro es la red de relaciones que el autor traza entre géneros como el rhythm and blues y el country, o entre artistas como Beyonce y Mötorhead: “Si está impreso en una taza y se han vendido calendarios con sus logos, entonces tu banda favorita de trash metal también es resultado de la cultura pop”. La visión de Stanley es panorámica, persigue causalidades y nos revela que el universo del pop es tan cambiante como sus fanáticos.

A veces no es suficiente con saber sobre bandas de rock, a veces no se pueden contener las ganas de formar una. ¿Qué harían si pudieran echarse un café con Janis Joplin para que les dijera cómo lograrlo? ¿Qué tal sería platicar con Paul McCartney desde la comodidad de su sillón favorito? Entonces Estrategias sobrenaturales para montar un grupo de rock, de Ian Svenonius, no es, para nada, el libro que han estado buscando. En efecto, el vocalista de la extinta banda de punk rock Nation of Ulysses propone un diálogo nunca antes visto con los muertos más ilustres del rock —los rockeros vivos son demasiado envidiosos como para compartir la clave de su éxito, nos cuenta Svenonious— en un intento por desmentir y revelar el lado oscuro de la industria musical. Esta entrega de Blackie Books está plagada de versiones alternativas a la historia oficial del rock que llevamos replicando hasta la náusea los fanáticos del género. La verdad sobre este libro es que nunca sabrán si su autor, gran conocedor y parodista de la historia del rock, está hablando en serio o si sólo les está viendo la cara. Lo mejor es que no importa; su sentido del humor, la luz irónica que arroja sobre las cosas y la visón política que le añade a la cultura son suficientes para reír a carcajadas y preguntarse por las motivaciones detrás de la liberación y la rebeldía en el rock 'n' roll.

Y si de motivaciones ocultas hablamos, tendremos entonces que hablar de Neil Strauss, el joven crítico que ha logrado convertirse en una leyenda del periodismo musical: Todos te quieren cuando estás muerto es una selección realizada con precisión quirúrgica por el mismo Strauss, que nos muestra una cara auténtica de las celebridades que aparecen en las más de tres mil entrevistas hechas a lo largo de décadas de trabajo en medios como la Rolling Stone, Spin y The New York Times. Lo interesante de este libro es su agilidad, ya que sólo tenemos acceso a un instante de estos encuentros, en palabras del mismo Strauss: “Puede decirse mucho de una persona o situación en un minuto. Pero sólo si se elige el minuto correcto”. De esta manera vemos desfilar por sus páginas a figuras como Lady Gaga, Nikki Sixx de Mötley Crue, Marilyn Manson, Jimmy Page, Ringo Starr, Julian Casablancas, los hermanos Gallagher, PJ Harvey, entre muchos otros. Este libro es, sin duda, uno de los acercamientos más íntimos y humanos a las celebridades que cualquier periodista ha logrado hacer en mucho tiempo.

Si tienen problemas para darle crédito a un crítico musical sobre la vida personal de un rockstar, lo mejor será que lean algo de primera mano y, si es posible, algo que haya escrito un neoyorquino desequilibrado que lleva cuarenta y cinco años reventándonos los oídos con los zarpazos de su voz. Sí, Steven Tyler tiene una autobiografía. Lo mejor de ¿Acaso molesta el ruido que retumba en mi sesera? —memorias que el vocalista de Aerosmith escribió con el apoyo del mismísimo fundador de la Rolling Stone, David Dalton— es la desfachatez que impregna cada página: tengan claro que no estarán leyendo la vida de un santo.

Después de una carrera plagada de excesos: veinte millones de dólares invertidos en drogas, un capítulo entero dedicado a aventuras sexuales y muchos comentarios empapados de sarcasmo sobre la corrupción de la industria, Steven Tyler se muestra honesto y orgulloso de sus errores, logra llevarnos vertiginosamente por su vida, desde su infancia en Nueva York y su fascinación por Janis Joplin y Los Beatles hasta la gestación de Aerosmith y los escándalos que llevaron a Brad Whitford y a John Perry a dejar la banda. No encontrarán a un Steven Tyler lúcido ni profundo, pero sí a uno juguetón y cínico que podrá ofrecerles cientos de historias sobre alguien que siempre ha vivido al límite.

Afinen sus lámparas y separadores, este espectáculo está por comenzar.

Por Paulina del Collado

MasCultura 18-jul-16