TRAMPIN: una muestra de que el tiempo no ha logrado hacer mella en el talento de Patti Smith

El 5 de mayo de 2012 será un día que seguramente se convertirá en inolvidable. En un inicio de año en que tantas leyendas de la música visitan nuestro país (Sir Paul, Roger Waters, etc.) hay una en particular a quien me entusiasma muchísimo ver: la “madrina del punk”, Patti Smith. En el marco del Festival de México (FMX), la señora Smith se presentará en vivo en el museo Diego Rivera Anahuacalli. Si bien el foro ya es lo suficientemente alucinante por sí sólo, la posibilidad de escuchar "Because the night" con una pirámide de fondo y rodeada de magueyes gigantescos me parece imperdible.

Smith visita México presentando su último disco, Banga. En él ya no busca salvar al rock, sino concienciar a la gente sobre el entorno en que vivimos. Le celebramos el esfuerzo; es admirable cuando una figura de su tamaño decide abanderar la noble causa de vivir en un mundo mejor.

Sin embargo, el disco que quiero recomendar es uno anterior: Trampin. No es uno de los legendarios, no. Para ello habría que referirnos a Horses, del 75, o a Wave, del 78. Pero es un gran ejemplo de que el tiempo no ha logrado hacer mella en el talento de la cantautora, poeta, fotógrafa y pintora estadounidense. Editado en 2004, pasó un poco de noche ante los ojos de la crítica pero debe ser revisitado porque presenta a una Smith mucho más tranquila, madura, con capacidad de dejar el ruido de lado y concentrarse en una cuestión más íntima y personal, con canciones conmovedoras pero jamás carentes de personalidad.

Patti Smith nunca ha abandonado sus intereses poéticos. Cualquier obra firmada por ella tiene una carga importante de poesía: en este disco retoma su tendencia anterior, clásica incluso, de incluir piezas de poesía hablada; sus letras nunca dejarán de ser extraordinarias y profundas, sean narradas o cantadas con esa voz, grave y angustiosa, que se cuela hasta lo más profundo del corazón de cualquiera que la escuche. Trampin conmueve y enternece, ya que esa voz nos conduce en este álbum a través de mensajes de paz y mensajes de amor extraordinariamente bien escritos.

Amiga de Allen Ginsberg, compañera de gira de Bob Dylan, fan de Kurt Cobain, comandante de la Orden de las Artes y las Letras del Ministerio francés de cultura; ella es una leyenda, un estandarte del rock que a sus 65 años de edad nos da la oportunidad de verla en lo que probablemente sea su última presentación en nuestro país… Insisto, imperdible.

Por Leonora Milán

Imagen: Fotograma de la película Patti Smith dream of life.
Imagen: Portada del disco Trampin de Patti Smith.
Mascultura 04-Mayo-12