Actualmente la sociedad vive en tiempos en los que las representaciones visuales saturan la vida cotidiana de cada persona. Con ello, se considera a la imagen como el punto medular para la construcción de nuevas experiencias, emociones y conocimientos. Como consecuencia, se llega a olvidar que el cuerpo, además de la vista, está dotado de otros sentidos cómo el olfato, el gusto, el oído y el tacto complementan la capacidad para percibir lo que ocurre en el entorno.
¿Podemos imaginar visitar un museo sin el sentido visual? Podría pensarse que en ese caso sería prácticamente imposible disfrutar de una buena experiencia, pues la intención de visitarlos es apreciar de manera visible cada una de las piezas que se exponen en las distintas galerías.
Pues bien, hay más detrás de los museos que puede favorecer la generación de entendimiento y empatía para con un público que carece del sentido de la vista. Actualmente se desarrollan nuevas propuestas de visitas museísticas interesantes que proponen un nuevo modelo de práctica para estos repositorios culturales a través de los sentidos. Entre ellos están el Dialog Museum de Frankfurt Alemania y el Museo de Arte Moderno de México.
¿Qué son los sentidos? |
Los sentidos son las habilidades de percepción que los seres vivos utilizan para concebir el entorno que les rodea. El ser humano utiliza los sentidos a cada instante de su vida para conocer y percibir la realidad, así como también para desarrollarse en su entorno social.
Esto permite a los individuos interactuar de manera directa o indirecta con los objetos y diferentes espacios. Además, cada uno de estos sentidos registra en el cerebro una memoria sensorial con la cual logra distinguir y reconocer, además de los recuerdos visibles, los olores, los sabores, los sonidos y, por supuesto, las sensaciones.
La ciudad de Frankfurt, Alemania, es uno de los más grande centros financiero del mundo. Asimismo, se caracteriza por su interés sublime en la difusión de la cultura. Dentro de esta ciudad a orillas del Rio Meno existe la popular Ribera de los Museos de Frankfurt (Museumsufer). La característica de este espacio es la sucesión continua de museos extraordinarios, tanto del lado de la ribera norte como la del sur.
No muy lejos de la Ribera y muy cerca del Rio Meno, en la zona oriente de la ciudad, se ubica el Dialog Museum (Museo del Dialogo). A diferencia de los demás museos de Frankfurt, este recinto no puede concebirse cómo un museo común. En su exposición permanente Dialogo en la oscuridad intenta fomentar el desarrollo de los sentidos distintos a la vista, conduciendo al visitante con los ojos vendados a través de seis habitaciones totalmente a obscuras en las que lo enfrenta a situaciones cotidianas para que viva una experiencia de inmersión en la experiencia diaria de las personas invidentes quienes, a su vez, fungen como guías.
La intención de este museo es sacar a los visitantes de su zona de comfort y crear nuevas perspectivas a través de la inversión de roles entre los videntes y los no videntes. Su propósito: promover la comprensión y la empatía.
Entre los talleres y actividades que se ofrecen en las salas especialmente diseñadas dentro del museo para desarrollar los sentidos, se encuentra la visita al restaurante Taste of Darkness. Ahí los visitantes necesitan confiar en sus sentidos del gusto y olfato como buenos comensales para distinguir e imaginar qué delicias se encuentran servidas en sus platillos. Otro atractivo es el Casino para la comunicación. En este lugar dedicado al juego y al diálogo se busca el desarrollo del sentido auditivo y del tacto para la comunicación. Ahí los participantes deben alcanzar la solución de distintos juegos y pruebas en equipo. Por último, vale la pena disfrutar de una bebida en el Bar a ciegas. Este lugar permite a su vez entablar conversaciones con otros visitantes así como con los guías, estrechando más lazos entre la realidad de videntes e invidentes.
Museo de Arte Moderno en México |
Así como el Dialog Museum Frankfurt ofrece una gran oportunidad de sensibilización, en México, una propuesta similar se encuentra en el Museo de Arte Moderno. Con los mismos objetivos, se intenta hacer un acercamiento experiencial por medio de los sentidos. Aquí, la estrategia se desarrolla a través una visita guiada dentro de las exposiciones que el museo ofrece con personas invidentes como mediadores que dirigen la actividad.
A través de un recorrido descriptivo, narrativo y táctil, con ojos vendados, el participante obtiene una aproximación a las piezas de arte expuestas. Con ello se trabaja la estimulación de oído y el tacto antes de permitir al visitante realizar el recorrido nuevamente pero con los ojos abiertos. La intención es generar una reflexión sobre las dos perspectivas obtenidas al apreciar las obras exhibidas de manera tan distinta. El cupo es limitado y se ofrece únicamente con reservación, pero vale la pena ser parte de esta extraordinaria experiencia disponible sábados y domingos.