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Música, maestro; TEO Y LA NOTA AZUL, de Peter Kuper

La música es uno de los lenguajes, quizá, más universales que ha logrado caracterizar al ser humano. ¿No les ha sucedido, estimados lectores, que, de pronto, escuchan una canción en un idioma del que no entienden ni la cuarta parte y, sin embargo, una sensación extraña les estremece todo el cuerpo? No importa si van desde melodías lentas, hasta estridencias que limitan con el noise, pero hay algo dentro de esos compases que recorre todas y cada una de nuestras fibras nerviosas.

Teo y la nota azul, de Peter Kuper, cuenta la historia de un gato saxofonista cuyo sueño era dominar todos los secretos de su instrumento y, sobre todo, del Jazz. ¿Quién de ustedes no deseó ser un gran músico y, después de algunos años, desistió por lo lejano que eso parecía? Este libro ilustrado de Kuper, donde los grandes ojos de Teo reflejan ese entusiasmo decaído por la larga distancia aparentemente imposible de recorrer, es, hasta cierto punto, un homenaje a los que perseveraron por todo aquello que pretendían alcanzar.

Los inicios del Jazz nos remiten a un lenguaje subversivo, una forma, –la única– dirá Malcolm X, en la que los Negros podían expresarse con plena libertad en los Estados Unidos del siglo pasado. Evidentemente, no fue uno, ni dos, los que integraron la lista de grandes jazzistas; ésta se extiende vastamente. Así pasa en el libro de Kuper; no sólo es Teo, el aprendiz, quien únicamente toca la nota azul, sino, también, las readaptaciones de músicos importantes, quienes lo acompañan en un trabajo que era necesariamente en equipo para lograr toda la constelación sinestésica: una comunidad marginada que se debía estrechar las manos para poder continuar contra la embestida de la realidad; efectivamente, como un grupo, una banda o un conjunto de Jazz.

Teo y la nota azul nos ilustra cómo la música trasciende espacios y no hace falta decir que también el tiempo. Así mismo, narra esos pequeños detalles de la vida de las personas que muchas veces, nosotros mismos, relegamos por la nimiedad con la que se nos presentan.

Teo se inmiscuye en un viaje que le revelará lo que necesita para conseguir sus objetivos, pues en la actualidad la pregunta “cómo” es en la que debemos reflexionar constantemente, ya que puede ser ésta la que tire parte de las expectativas que ya teníamos construidas. ¿Cómo conseguir ser un buen jazzista, escritor o persona?

Peter Kuper creó una historia para niños que, a su vez, es un relato que también trastoca a no tan niños. Los que reconozcan a Pato Ellington, Billy Cabra Holiday o a Elefanta Fitzgerald, sabrán a lo que me refiero. En una época en la que se dice que todo lo hagamos por nosotros mismos dentro de un mundo que cada vez obstaculiza más una vida plena, Teo armoniza para recordarnos que estos son tiempo de trabajo en conjunto, que, por más lejos que parezca que está el astro nocturno, serán bienaventurados los perseverantes, que de ellos será la luna.

Por Rolando Ramiro Vázquez Mendoza.

Imagen: Portada del libro Teo y la nota azul, de Peter Kuper.
Mascultura 11-Dic-12