Ver y amar la música

Oliver Sacks examina la relación con la música de pacientes, gente corriente o músicos profesionales para arrojar una luz insólita sobre ese fenómeno. A través de anomalías como la amusia o incapacidad para sentir la música, el hipermusical síndrome de Williams, un extraño fenómeno de extrema sociabilidad, las alucinaciones musicales o la música como inspiradora de auténtico terror, Sacks elabora un lúcido análisis de cómo la música es un factor clave para crear la identidad humana, ya sea de una manera patógena o como un agente positivo a la hora de tratar el párkinson, la demencia, el síndrome de Tourette, la encefalitis o los ataques de lóbulo temporal.

Sacks se revela de nuevo como un espléndido narrador, con el humor, la erudición y la vastísima cultura científica y humanista a que nos tiene acostumbrados. Más interesado por la vivencia humana que por la teoría psicológica, Sacks se acerca más a Herman Melville que a Charles Darwin – (The Sunday times).

“Cuando emitía un sonido en la cuerda del La, el Mi, el Sol o el Do, ya no lo oía. Lo miraba. Tonos, acordes, melodías, ritmos, todo era inmediatamente transformado en imágenes, curvas, líneas, formas, paisajes, y sobre todo colores. En los conciertos, la orquesta me parecía un pintor: me inundaba de todos los colores del arco iris”.

Oliver Wolf Sacks (Londres, 1933 – Nueva York, 2015) fue un neurólogo y escritor británico, muy bien conocido por ser un erudito en su especialidad y los diversos galardones por los que fue condecorado.

Toda la información extraída de Oliver Sacks. Musicofilia: relatos de la música y el cerebro, Barcelona: Anagrama, 464 pp.

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