Preludio del cuarto centenario

Se acercan tres fechas importantes de curiosa coincidencia: el 400 aniversario luctuoso de tres escritores imprescindibles en lengua española e inglesa: Miguel de Cervantes, el Inca Garcilaso de la Vega y William Shakespeare, todos acaecidos en abril de 1616.

Por tal motivo, aquí recordamos a uno de ellos, ni más ni menos importante que el resto, quienes ya tendrán su merecida mención.

LXXXIX
Si dice que me dejas por mis faltas,
no intentaré esconderlas: al contrario;
si mientas mi cojera, no haré nada
por defenderme y andaré renqueando.
Amor; tu a mí no me desgraciarías
ni la mitad que yo, si me cambiases;
enséñame tu anhelo y yo enseguida
seré como un extraño si te place,
no volveré a cruzarme en tu camino
ni a deleitar mi lengua con tu nombre
no fuera que, tan solo con decirlo,
pudieran inferir que me conoces.
Por ti, yo iré en mi contra sin piedad
tan solo por no amar al que has de odiar.

CXXIX
Si en antros de impudencia se derrama
vigor, eso es lascivia, que en su afán
es cruel, sangrienta, indigna de confianza,
atroz, salvaje, sórdida y brutal;
fugaz y aborrecida casi al vuelo,
buscada si razón y, al consumarse,
odiada sin razón, como ese cebo
capaz de volver loco a quien lo trague;
tan loco cuando buscas y cuando tuvo,
posea, poseería o poseyera;
en acto, un gozo, luego, un infortunio;
un sueño que no pasa de promesa.
Lo saben todos y ninguno evita
el cielo que al infierno los destina.

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MasCultura 20-abr-16