Desbocar a las yeguas finas de su confort

Guadalupe Loaeza invita a los lectores a redescubrir el universo de Sofía, que comprende varios mundos y creando al mismo tiempo, un personaje que va caminando solo y que no es más que ella misma viviendo dentro de un presente infinito. Atenta, curiosa y apasionada. Así es Sofía, una niña con una personalidad muy distinta a las demás.

Lo que mejor puede manejar esta niña de once años son sus experiencias imaginarias. Sin embargo, dentro de las situaciones reales siente que ésto la asfixia, sobretodo el mundo de los adultos que habita junto a su madre y en el cual la hace sentir como si no existiera. Es tal el dolor que le provoca este sentimiento que prefiere recurrir a unos polvos mágicos para hacerse invisible y dejar así de ser una niña floja a quien por más que estudia, no se le pegan los verbos. “Si repruebas de año, te meto de criadita” son de esas frases que en particular hace recordar a su madre, Doña Inés, quien fuera una de las yeguas finas más aplicadas del Colegio Francés de San Cosme.

Pero Sofía no quiere sufrir por las pequeñas vicisitudes de la vida escolar. Es por eso que constantemente recurre a su fantasías, lo que le permite a esta joven y peculiar yegua fina ser tan auténtica y enfrentarse todos los días a un ejército de monjas bigotonas, de maestras regañonas y de compañeras gordinflonas en su colegio. A pesar de todo, Sofía se mantiene despierta a través de su propio mundo. Por eso no únicamente es la protagonista, sino también la narradora de sus propias aventuras y desventuras.

Por momentos, su universo puede resultar doloroso, divertido, pero sobre todo entrañable para quien se atreva a internarse en él. Instantes como el haber sido expulsada por el hecho de haber explicado a sus compañeras sobre cómo vienen los niños al mundo, se hacen presentes al inicio de su adolescencia, ocurriendo un sinfín de acontecimientos que harán olvidarse de este y otros desafortunados incidentes.

El tiempo para Sofía parece ir a mil por hora.

Su madre sólo piensa en buscarle buenos partidos a sus hijas, sin embargo, todo se sale de control. Es entonces cuando Sofía se convierte en testigo de algunos contratiempos familiares y cambios, como su emocionante estancia en Canadá, donde surgen nuevas amistades y aventuras amorosas en la vida de ella.

Mucho ha llovido desde que ella comenzó a narrarnos sus historias tanto en Las Yeguas Finas como en Las Yeguas Desbocadas, dándonos a entender que de vez en vez las niñas bien se desbocan un poco al llegar a la pubertad.

Las Yeguas Finas / Guadalupe Loaeza / Planeta
Las Yeguas Desbocadas / Guadalupe Loaeza / Planeta

MasCultura 09-feb-2017