El Roast de Woody Allen
14 de agosto de 2020
Adrián García
“¿El sexo es sucio? Sólo si se hace correctamte”
Todo lo que usted quería saber sobre el sexo, pero tenía miedo de preguntar
(1972)
Que quede claro: esto no es apto para los que se ofenden y tienen la piel delgada, aquí venimos a reírnos a costa de una persona… pero también a homenajearla. “rostear” a alguien podría considerarse como la forma de homenaje más extraña, pero, al mismo tiempo, padecerla es un gran honor, además de estar en las antípodas de la cultura de la cancelación. El acto de “rostear” le abre la puerta al humor más incisivo en su máxima expresión.
Y nuestro neurótico favorito no podría escaparse de esta extraña manera de realizar un homenaje debido a la publicación de su último libro: A propósito de nada (Alianza), donde revela sus memorias. Aunque esta no es su primera incursión en la literatura, pues también ha publicado libros sobre otros momentos de su vida y sus primeros pasos en la comedia. Sin embargo, en el caso de esta nueva entrega, Allen hace una “autoexploración” detallada desde su infancia hasta su madurez (“No condenen la masturbación. Es tener sexo con alguien a quien amas.” -Annie Hall), así como sus últimos años, los cuales han estado marcados por una polémica casi perpetua.
Entre los temas más “rosteables” de A propósito de nada están los relatos sobre sus matrimonios (“¿Matrimonio? ¡eso es de por vida! ¡es como el concreto!” -What’s new Pussycat?), como el primero que vivió en sus primeros años de juventud, así como el que contrajo con la maravillosa Louise Lasser, quién parece que guarda en un lugar privilegiado en su corazón. Y, por supuesto, también aborda la polémica relación con su hijastra Soon-Yi Previn, con quien se casó hace más de veinte años.
En esta obra, Allen nos comparte una vez más su típica mordacidad autoreferencial, aquella donde constantemente se “rostea” a sí mismo (“La única cosa que se interpone entre mí y la grandeza soy yo”) y, con su característica inteligencia, convierte a sus memorias en uno de los materiales más entretenidos e irreverentes en lo que va de este año anticlimático.
No podemos negar el talento y el genio de Allen, que ha dejado huella tanto en el cine como en las letras y, por supuesto, tampoco olvidemos que siempre podemos encontrar una de sus frases para salvarnos en toda ocasión.+