Antagonize me, m_therf+ck3r! Get in the ring!

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Amigos y enemigos íntimos en el rock ‘n’ roll

Mariel Argüello

A veces, detrás de la apariencia de normalidad se esconde un asombroso huracán. En el rock hemos conocido muchísimas peleas, sean por cuestiones de egos o por tener distintas maneras de entender la música. Pueden ser simples mitos inventados tanto por los fans como por la prensa especializada. En algunos de estos casos, dichas discrepancias han llevado a que grandes artistas se convirtieran en enemigos feroces, llegando incluso a las agresiones, dando la razón a la sociedad sobre la tensión que estaban viviendo. En pocas palabras, hay de todo.

Los buenos vs los malos

Hoy no hablaremos de John y Paul, pero sí de la supuesta rivalidad de The Beatles con The Rolling Stones. Ambas bandas eran máquinas de hacer dinero. La prensa buscó siempre en compararlos: los Beatles eran los chicos buenos del barrio y los Stones eran los pandilleros malos, y que no se toleraban al verse. En realidad ambas agrupaciones se tenían respeto y cordialidad: John Lennon y Mick Jagger conversaban mucho sobre cuestiones musicales para aprender uno del otro; cuando presentaron “All You Need is Love” en la BBC, se puede ver a Jagger entre el público, así como a Lennon participar en el “Rock and Roll Circus” de los Stones. Aunque no hubo propiamente una amistad entre ellos, la rivalidad tampoco existió.

No satisfaction

Y hablando de sus satánicas majestades, aunque nadie abandonó el grupo, todo el mundo sabe de la rivalidad entre Mick Jagger y Keith Richards. En este caso, se trata más bien de una relación tóxica, ya que ambos han reconocido que se estiman mucho, pero les es difícil pasar más de 15 minutos en una misma habitación. Parecen más bien un viejo matrimonio.

Se enciende el Led

Otra agrupación que también ha sufrido en carne propia las rivalidades de sus grandes miembros ha sido Led Zeppelin. La banda ha padecido los caprichos del legendario guitarrista Jimmy Page, debido a su afición al satanismo y por ser un fiel adorador del ocultista Aleister Crowley. Algunos afirman que él provocó la disolución de Led Zeppelin por la rivalidad que mantenía con el cantante Robert Plant y, sobre todo, con el baterista John ‘Bonzo’ Bonham.

Esa pared… debemos platicar

Otra mancuerna en la que no fluyó limpiamente la amistad fue la conformada por Roger Waters y David Gilmour, de Pink Floyd. El inicio de su enemistad empezó en la creación de su obra más famosa, The Wall, en 1979. Las diferencias entre ellos eran tan irreconciliables que terminaron con el grupo unos años después. Tanto uno como otro trataron de agarrar (literalmente) lo que quedaba de la agrupación. Gilmour quería hacerse de los derechos sobre prácticamente todo el material de la banda, mientras que Waters buscaba quedarse con la parte visual y conceptual. Esto último en realidad él había lo creado siendo parte del grupo, no como solista ni creativo.

Rosas y pistolas

No podemos hacer a un lado a Guns N’ Roses. Axl Rose, cuyo carácter antipático y hasta soberbio ha sido la causa de que el famoso grupo de rock californiano perdiera a dos de los mejores guitarristas de la época. De hecho, tanto Izzy Stradlin como Slash 

chocaban a menudo con Axl y los problemas fueron tan grandes que se afirma que ambos habían considerado la posibilidad de correr al cantante debido a que se sentían hartos de su agresividad y amenazas.

Don’t look back in anger

Otra de las rivalidades que peca de ser favorita en los tabloides británicos y de la prensa musical en general es la de los hermanos Liam y Noel Gallagher. Una pelea que ambos tuvieron en 2009 en los camerinos de un concierto en París, terminó de manera súbita con Oasis. Desde entonces, ambos se han dicho de todo a través de entrevistas y redes sociales. Con el paso del tiempo algo ha cambiado que hasta se ha sospechado que ya se reconciliaron. Sin embargo, ninguno de los hermanos ha confirmado tal situación de manera oficial.

St. Anger never gets respect

Metallica es una de las bandas más amadas, estables y sólidas de la historia. Pero cuando Jason Newsted dejó la agrupación sin decir “agua va” a inicios del nuevo milenio, puso en evidencia una dinámica muy tóxica que amenazaba con asesinar al grupo. Y todo lo hicieron peor: se grabaron en un documental que registró esas relaciones tóxicas mientras grababan un disco con métodos más terapéuticos y catárticos que creativos. Es tan triste como dramático ver, en lo más álgido de la crisis, a Lars gritándole a James, a tres dedos de su cara, que está harto de su obsesión por controlarlo todo, que está harto de toda su “mierda”. Kirk sólo miraba asustado, como un niño ve una pelea de sus padres. ¿Qué pasó después? Todos se sometieron a la terapia señalada, se perdonaron, contrataron a Robert Trujillo y lanzaron su disco iracundo.

Aunque estas rivalidades muy pocas veces fuesen evidentes de manera personal para los protagonistas, a la hora de vender discos sí que han dejado réditos, generando esa suerte de euforia adolescente que contagiaba al por mayor a su más leales fans y a sus más acérrimos detractores.

Para bien o para mal, los genios (y malos genios) abundan en las bandas de rock. +

@MNPHNCGRRRL

Léelo también en nuestro número 121, dedicado a Amigos y Rivales.