Ser un adolescente no es fácil y Greg Heffley lo sabe muy bien
Primero tuvo que pasar por un duro ambiente en el colegio, donde los chicos bajitos que aún no han pegado el estirón tienen que compartir los pasillos con grandulones que ya se afeitan dos veces al día. Lo bueno es que el diario que le compró su mamá le sirvió para desahogarse un poco.