Escuchando a Benjamín
A sus nueve años, la vida de Ben está plagada de miedo: le teme a su tía autista, cuyo silencio le resulta inquietante; le teme a su violento abuelo paterno; le teme a un desastrado pintor amigo de su madre, quien al parecer cultiva entre sus aficiones la pedofilia; para colmo, la mamá de Ben es una mujer perversa que goza de atormentar al hijo. Una noche, en vísperas de un viaje de sus padres, Ben decide ocultarse en el desvencijado desván de su casa para arruinarle el viaje a su madre.