Wall Street: La América ambiciosa
Por alguna extraña razón, 2010 fue un año que entregó segundas partes atípicas, no del estilo tradicional de la enorme maquinaria de producción que es Hollywood. Una fue Tron, el legado (separada 28 años de su primera parte), y la otra Wall Street 2, el dinero nunca duerme (separada 23 años de su correspondiente primera mitad). Fue con Wall Street 2 que muchos valoramos primero, el enorme oficio cinematográfico de Oliver Stone, su director, la madurez de su estilo y, después, la enorme joya que representa ese primer Wall Street.