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EL SOMBRERO de Tomi Ungerer, uno de esos libros clásicos que caben en cualquier bolsillo

Algunos sombreros se contentan con posarse sobre una cabeza tibia y dormir todo el día. Pero hay otros más inquietos, como el sombrero de este cuento, que vivía sobre la cabeza de un hombre rico, hasta que un día voló lejos y de entre cientos de cabezas a la vista se fue a posar en la calva de Benito Badoglio, un viejo soldado, sin un centavo y con una pierna de palo. Le cayó encima sin aviso y del puro susto lo hizo gritar un “¡No disparen, me rindo!”. Después Benito Badoglio se sentó en un banco y quiso examinar aquel sombrero finísimo, pero este se le escapó de las manos, se puso a hacer piruetas en el aire y lo hizo exclamar un “¡Truenos de Sebastopol! ¡Este sombrero está vivo!

Muy pocos imaginan las hazañas que podría llevar a cabo un sombrero inspirado, y más si se trata de un astuto sombrero de copa negro y cinta magenta. Si no me creen, pregúntenle a los habitantes de esa ciudad pequeña, en la que a nuestro distinguido sombrero le dio por realizar más de tres hazañas heroicas. Y conste que esto sucedió hace muchos años, cuando a las personas les daba todavía por vestir muy elegantes, no existían los teléfonos celulares, ni los automóviles con aire acondicionado. Eso sí, todas y todos usaban sombrero.

Este es uno de esos libros clásicos que caben en cualquier bolsillo. Ilustrado con tintes de humor y un toque fino de irreverencia. Su autor, Tomi Ungerer, opina que la risa y la sátira social son lenguajes universales y un medio estupendo para provocar la reflexión. Algo sabrá, sin duda, pues no a cualquiera le entregan el premio Hans Christian Andersen, el equivalente, digamos, al Nobel de la literatura infantil.

Por: Karen Chacek

El Sombrero de Tomi Ungerer en Gandhi

Imagen: Extracto de la portada del libro El Sombrero de Tomi Ungerer.
Mascultura 08-Mar-12