Select Page

Los laberintos de la memoria: “Días de nevada”, de Bernardo Atxaga

“Matar a un hombre siempre es fácil. Sobre todo en Nevada”. Bernardo Atxaga

Al escribir, nombramos; y al nombrar recuperamos los objetos del olvido y los devolvemos a la memoria. La novela es un largo recuerdo que construimos de palabras y belleza y sueño. Quien conoce así la escritura, la imagina un acto necesario, vital, humano: escribir para no olvidar, como aquel antepasado que inscribiera en la roca oscura la primera historia de nuestra especie.

Bernardo Atxaga pule su memoria en el esmerado trabajo que nos presenta bajo el título de “Días de Nevada”, recuento sutil de un año en los Estados Unidos.

La novela toma la forma del diario y tiene cierto carácter confesional. Hay una confianza inusitada con el lector, al que se le ofrece de primera mano la intimidad y la vida del escritor durante su estancia en Nevada. Conocemos, por ejemplo, la fascinación que le despierta la historia de un piloto perdido en el desierto; o el espanto al ver una viuda negra dentro de un frasco. Memorables son los instantes en que deja ver su fragilidad, instantes que se agradecen porque nos recuerdan que, aunque en papel, la literatura es un acto vívido y real.

La obra de Atxaga da cabida a lo alto y a lo bajo, a lo luminoso y a lo vulgar. La novela se convierte en un libro sin límites, sin márgenes, espacio de los sueños que el lector disfruta. A veces irreal, fantástico; a veces crudo y cruel, el relato que vivimos nos emociona por su verdad desnuda. En un momento nos da a conocer la muerte de su padre; en otro, habla de su primer amor.

En sus mejores pasajes, “Días de Nevada” logra la perfección del “Trilogía de la memoria” de Sergio Pitol. Las dos obras son un compendio de narraciones que descubren una historia mayor, la de la vida del hombre que sueña y sufre.

En su gabinete de la memoria, siempre cambiante, siempre transformador, Bernardo Atxaga pone en evidencia el aparato de la escritura. Desmonta la palabra de su retórica y de su artificio. Da así una literatura honesta, de entraña y melancolía. No está ahí como escritor, sino como hombre.

– Bernardo Atxaga: “Días de Nevada”. México, Alfaguara, 2014, 399 pp.

Por Jorge Puebla

Mascultura 27-Oct-14