¿Qué escribió Eduardo Galeano?
03 de septiembre de 2020
Rodrigo Coronel
Quizá la mejor prueba de que un autor nos provoca es la incómoda sensación de la incertidumbre: ¿qué acabo de leer? Con la obra de Eduardo Galeano esa sensación viene de la mano con otras igualmente desconcertantes, como la indignación, la compasión o, incluso, la desesperación.
Eduardo Galeano (3 de septiembre de 1940-13 de abril de 2015) escribió desde la resistencia. En el periodismo, profesión a la que llamó “caja mágica”, se forjó al lado de grandes firmas, como la de Mario Vargas Llosa, Roberto Fernández Retamar o Mario Benedetti. Su proyecto periodístico tuvo una bien clara intención libertadora: darle voz a los que no la tienen.
De su influencia en el panorama literario y periodístico latinoamericano da cuenta una anécdota elocuente. Juan Domingo Perón, entonces líder político destronado y medio oculto, llegó a decir de Galeano: “Si ese muchacho anda por acá (España), me gustaría verlo”. Y así fue. Al oído del escritor uruguayo había llegado la inesperada perla y, presumiblemente emocionado pero algo descreído, llamó a Perón para concertar la cita, con tan inesperada suerte que éste se la concedió.
De aquél encuentro viene la grandilocuente respuesta de Perón ante el cuestionamiento de Galeano sobre su exigua presencia pública: “el prestigio de Dios está en que se hace ver muy poco”, y se reúne con personas como Eduardo Galeano.
Las venas abiertas de América Latina y Las memorias del fuego
Con 31 años a cuestas, y las dictaduras latinoamericanas configurando su poder destructor, en 1971 Galeano acometió la temeridad de publicar un libro doloroso: Las venas abiertas de América Latina; en aquella empresa lo acompañó la editorial Siglo XXI. El libro fue censurado, naturalmente, por las dictaduras de Uruguay, Argentina y Chile.
Más tarde, en el mismo tenor memorativo, Galeano rescató de las cenizas las maltrechas memorias de los pueblos originarios en Latinoamérica: Memoria del fuego se llamó aquella trilogía, conformada por Los nacimientos (1982), Las caras y las máscaras (1984) y El siglo del viento (1986).
El legado de Galeano
La obra de Galeano ha dejado huella. Una honda y luminosa. Los enunciados de sus libros, más parecidos a sentencias breves y definitivas, llevan la carga de su compromiso y de una manufactura sutil y juiciosa. Cada palabra fue calibrada con cuidado, con ánimo de filigranista.
Sus libros bien constituyen un trecho largo en los libreros de numerosos latinoamericanos que miran ahí la impronta del tiempo y que terminan por explicarles el mundo que les tocó vivir y, en ocasiones, cambiar. +