Literatura progresiva

Literatura progresiva

21 de septiembre de 2020

Iván Nieblas

Una de las características principales (aunque no exclusivas) del rock progresivo es la producción de álbumes conceptuales. De hecho, pareciera que el género no podría existir sin estas largas historias que encontramos en álbumes clásicos como Tales of Topographic Oceans (Yes), Tarkus (ELP), Animals/The Final Cut (Pink Floyd), Amused to Death (Roger Waters), Snow (Spock’s Beard) o la trilogía alucinante de Gong (Radio Gnome). Algunos de estos trabajos tienen suficientes cualidades narrativas ─ya sea por influencia directa o por el desarrollo de su historia─ como para formar parte del universo literario.

Jethro TullThick as a Brick (1972) Ian Anderson ha sido siempre un rebelde dentro de la historia de la música. Negó categóricamente que Jethro Tull fuera una banda de rock y también se ha rehusado a que lo encasillen dentro del rock progresivo, un género al que califica de pretencioso. Tan es así que, en una época en la que florecían los álbumes conceptuales, creó una sátira de estos en Thick As A Brick. El tiro le salió por la culata, pues el álbum se convirtió en uno de los más influyentes e importantes de la historia del progresivo. Thick As a Brick narra la historia de un poema épico escrito por un niño ficticio, quien examina diversos aspectos de la infancia, la religión, la política y el libre albedrío en una sociedad opresiva. La portada original parodiaba los tabloides británicos y su división en dos partes de 22 minutos traspasaron las fronteras establecidas.

GenesisThe Lamb Lies Down on Broadway (1974) En The Lamb Lies Down on Broadway el cantante Peter Gabriel se despide de manera triunfal de Genesis, para cederle el liderazgo al baterista Phil Collins. Una despedida con bombo y platillo, debe decirse. Los trabajos previos de la banda habían consolidado a esta agrupación como una de las grandes fuerzas progresivas. Pero este álbum representa la cúspide de sus poderes. The Lamb Lies Down on Broadway es una historia oscura y extraña. Cuenta las aventuras y desventuras de Rael, un punk puertorriqueño, quien emprende un macabro viaje para rescatar a su hermano del bajo mundo neoyorquino. En el camino el héroe se encuentra con criaturas de otro mundo y situaciones bizarras. Las letras exploran temas como el consumismo, la sexualidad y diferentes trastornos de la personalidad. 46 años después de haber visto la luz aún se considera como uno de los trabajos más finos y mejor logrados de la historia del progresivo.

Rush2112 (1976) 2112 es uno de los puntos más altos en la carrera del trío canadiense Rush. Su compañía disquera les había prohibido entregar un álbum con temas conceptuales (pues el anterior había sido un fracaso comercial precisamente por esa razón). Temiendo que pudiera ser el último álbum de su carrera y en un acto de rebeldía, el baterista Neil Peart decidió dar rienda suelta a su imaginación y escribir una historia fantástica dentro de una larguísima canción de 20 minutos. De acuerdo con dicho relato, en el año 2062 tiene lugar una guerra intergaláctica que provoca que diversos planetas se sometan a las órdenes de la Estrella Roja de la Federación Solar. Para 2112, el universo está controlado por los sacerdotes del Templo del Syrinx, quienes determinan el contenido de todo lo que se puede leer, escuchar y ver en cada aspecto de la vida. De pronto, un hombre descubre por casualidad un vestigio del mundo antiguo: una guitarra. Se apropia de ella y aprende a tocarla. Cuando presenta su descubrimiento ante los sacerdotes del templo, éstos destruyen el instrumento y nuestro héroe se ve obligado a huir y a soñar con un mundo previo a la llegada de la federación. No hay un final feliz en esta historia. El héroe sucumbe ante la depresión y se suicida. Cuando muere se desata un nuevo conflicto intergaláctico. La historia de 2112 está inspirada, al menos en parte, en la estructura e ideas de la novela Anthem, de la escritora objetivista Ayn Rand. Aunque el resto de las canciones no tienen ninguna relación con el tema “2112”, el hecho de que el álbum lleve su nombre lo convierte en el concepto central del mismo.

Pink FloydThe Wall (1979) Si de álbumes conceptuales y narrativas se trata, The Wall es el pilar fundamental. Encontramos aquí una historia perfectamente narrada que gira en torno a Pink, una súper estrella de rock que se encuentra harto de la fama y adoración de la que es objeto. En cierto momento comienza a recordar su vida. Evoca su atormentada infancia, el hostigamiento recibido por crueles maestros, el fantasma de su padre muerto en la guerra y su madre sobreprotectora. Las cosas no mejoran en la edad adulta, pues la mujer con la que se casa le es infiel, por lo que tiene arranques de ira y depresión. Simbólicamente comienza a construir un muro emocional. Los ladrillos de éste son todos los eventos traumáticos que ha vivido hasta entonces, con los cuales se aísla completamente del mundo. Sin embargo, el aislamiento comienza a afectarlo y se arrepiente de su decisión. Aunque intenta reconectarse con el mundo mediante sus posesiones y recuerdos de infancia, la realidad se impone cuando su mánager lo encuentra en estado catatónico. Entonces, el mánager decide inyectarle una sustancia para que pueda dar su espectáculo. Dicha sustancia no sólo lo reanima, sino que le provoca un estado alucinatorio. Se ve a sí mismo como un dictador fascista y arremete contra todos los asistentes “impuros”, al tiempo que invade Londres. Mientras va descendiendo a la locura, en un momento no muy lúcido, se autoenjuicia y condena a vivir fuera del muro emocional, mismo que debe ser derribado. Aunque este trabajo ya tuvo una adaptación al cine y representaciones teatrales, una versión literaria de The Wall quizá ayudaría a escudriñar aún más profundamente en la psique del perturbado Pink.

The Mars Volta – Deloused in the Comatorium (2003) Dos polos opuestos se fusionan en la música de The Mars Volta: el punk y el progresivo. Omar Rodríguez (guitarra) y Cedric Bixler (voz), integrantes de la banda Post-Hardcore At the Drive-In, eran una especie de parias dentro de su propia escena, pues amaban el punk, pero tenían una gran debilidad por la música de Pink Floyd, Captain Beefheart y Santana, algo que era un sacrilegio. Fue así que Omar y Cedric decidieron emprender una nueva aventura con The Mars Volta. Luego de un EP, el grupo lanzó su primer álbum, Deloused In the Comatorium. Además de escribir las letras de las canciones, Cedric creó un guion extremadamente elaborado, críptico y poético, como la música que ejecutaba la banda. El cantante tomó como base la historia de su amigo, el artista Julio Venegas, quien tras intentar suicidarse cayó en coma. Imaginando lo que sucedía en el cerebro de su amigo, Cedric escribió la historia del alter ego de Julio, Cerpin Taxt. Cerpin vive una vida ordinaria y aburrida que lo lleva a tratar de suicidarse. Se inyecta una mezcla de morfina y raticida, pero no muere, sino que llega a una especie de purgatorio en su coma. En su mente, Cerpin es juzgado y torturado por diferentes entidades surrealistas, mientras vaga por un mundo onírico. Cuando el horror de su pesadilla viviente se vuelve insoportable, despierta del coma en el hospital, rodeado por sus amigos y familiares. Sin embargo, Cerpin vuelve a su vieja rutina de hastío y soledad. Es entonces cuando las voces de los personajes del inframundo mental se manifiestan y lo seducen para que vuelva con ellos. Nuevamente intenta suicidarse y esta vez tiene éxito, con lo que se abandona completamente al caos de este limbo cerebral. Si quieren leer la historia completa, pueden encontrar el libro complementario en este link: http://www.themarsvolta.ru/DeLoused_storybook.pdf

MagmaK.A. (2004) Magma es una de las bandas más enigmáticas e interesantes de la escena progresiva. Para empezar, hay que decir que es originaria de Francia. Sin embargo, el baterista, Christian Vander, consideró que la lengua gala no era suficientemente expresiva para la música qué él deseaba transmitir, por lo que decidió inventar un lenguaje propio: el kobaian. K.A. es la abreviación de Köhntarkösz Anteria y representa la primera parte de una trilogía que continúa con el álbum Köhntarkösz (1974) y culmina con Ëmëhntëhtt-Ré (2009). A lo largo de la discografía de Magma, la tónica general tiene que ver con el descubrimiento de los secretos del mundo inmaterial, y así controlar las fuerzas del universo y alcanzar la inmortalidad. K.A. es justamente el punto de partida de esta narrativa. El protagonista, Köhntarkösz, va comprendiendo poco a poco cuál es su papel en la historia de la evolución del espíritu humano. Aunque las letras, e incluso los créditos de los álbumes están escritos en un lenguaje ficticio, diversos “estudiosos” de la mitología “magmiana” han llegado a un consenso sobre la narrativa que sólo Christian Vander conoce con certeza. A fin de cuentas, la música es la que nos sumerge en el universo “kobaiano”, aunque el halo de misterio sobre este universo distópico no deja de ser muy emocionante.

Steven WilsonHand. Cannot. Erase (2015) Steven Wilson tiene un largo kilometraje en el progresivo conceptual, especialmente con su proyecto Porcupine Tree. En su cuarto álbum como solista, Hand. Cannot. Erase, nos ofrece una historia que podría ser material para una novela contemporánea. El álbum cuenta la vida de un personaje ficticio cuyo drama se inspira en lo que le ocurrió a Joyce Carol Vincent, una mujer británica, joven, popular y atractiva, con un nutrido grupo de amigos y familiares, quien murió en su departamento en el año 2003. Lo interesante y triste de su historia es que ni su familia, amigos, compañeros de trabajo y vecinos notaron su ausencia durante tres años. No fue sino hasta que sus restos fueron encontrados en 2006 cuando se enteraron de su fallecimiento. Wilson asume el papel de la protagonista femenina para narrar cómo se construyó el aislamiento que provocó el olvido de esta mujer en la vida de las personas supuestamente cercanas a ella. Es una historia sobrecogedora sobre la soledad en las urbes modernas y cómo, irónicamente, en un mundo hiperconectado por medios electrónicos (que en teoría deberían acercarnos más), sería muy fácil desaparecer accidental o intencionalmente. +